Capítulo 1 - Acto 1

Aguardo junto al callejón, esperando que los hermanos sylvain se dejen ver. Quedamos aquí aproximadamente sobre esta hora. Aún no se si debo conducirlos a la Oscuridad, pero les dí mi palabra de que lo haría. Si no hubiese sido por Kadim, ahora sería una víctima más de la Inquisición. Espero no tener que arrepentirme de mi promesa.
- Ya iba siendo hora de que os dejaseis caer por aquí. ¿Quien es ella? - digo al verlos llegar. La mujer que los acompaña emana una aura corrupta, como el producido por los demonios. ¿Que hacen con una mujer así?

Tiene razón, la muerte de mi hermano ha sido vengada, pero no he sido yo quien lo ha vengado. De hecho, de no ser por ella, seguramente habría compartido su final. Soy un necio. No soy digno de ser hijo de mi padre, un Guardia Negro, ¿un orgulloso protector? Mas bien una deshonra. Le debo mi vida a esta mujer, y la de mi hermano, en cierta medida. Me apresuro a alcanzarla.
- Aguardad. Debo deciros algo.

No soporto llegar tarde y menos aun sin haber conseguido mi propósito. - No tengo tiempo para charlas tengo prisa, ya me has hecho perder demasiado tiempo. - Sigo mi camino.

- No quiero haceros perder más tiempo. Os acompaño. Mi honor y mis costumbres me han hecho contraer contigo una deuda de vida. Si no viajo contigo y cumplo mi deber, seré deshonrado, y expulsado como Guardia Negro. Por favor, acepta que te devuelva la deuda de vida. Además, me gustaría que me ensañases a manejar así mi energía espiritual, el Ki

- Lamentamos el retraso Axel. Es...bueno, ya conoces a Kadim. - digo mientras estrecho la mano de Axel. - Me alegro de que aun estés aquí esperándonos. Se llama Velvet.

- ¿Que has querido decir con eso?- le replico a Cian dándole un codazo. Me acerco a Axel y le doy un abrazo. - Me alegra ver que sigues bien. ¿Que tal llevas esos sueños? - Le susurro al oído.

- ¿Que has querido decir con eso? - Digo a Cian mirándolo con mala cara.

- Conocí a Magnus hace años. Se trata de un alquimista de gran talento, y un mago excepcional. Es Ebudan, al igual que tu. Alguien me hablo de el en una época en la que necesitaba de los servicios de un alquimista capaz de elaborar un tipo de poción muy especifico.

- Os prometí ayudaros, además, yo también debo hacer algunas averiguaciones. - devuelvo el abrazo a Kadim, y una mirada cómplice a Cian. - Se han vuelto más intensos - explico a Kadim al oído - Encantado de conocerte Velvet. Soy Axel. - La miro fijamente a los ojos. Veo dolor y sufrimiento en ellos, un arma atormentada, una lucha entre luz y oscuridad que entiendo y comparto de alguna forma.

Me paro en seco. No, no, no. No puede pasarme esto a mí. Me masajeo el tabique nasal con los dedos indice y pulgar reflexionando sobre lo que acaba de decir. - No te quedes atrás. - Mi tono es seco. Estoy disgustada, pero entiendo su posición.

- Bien, en ese caso, no te separes de nosotros. - Tengo la sensación de que esta chica posee algún extraño vínculo con Nolan, el no parece saber quien es ella, pero ella si que parece reconocerlo y saber de él. Espero poder preguntarle a Brianna algunas cosas más tarde. Ahora, debemos concentrarnos en nuestra misión. - Entremos.

NOTA: Alucard, Brianna, Fiala y Nolan, proseguid vuestro viaje en este tema La Oscuridad de los Templarios

- Suena a que hace mucho tiempo que no le haces una visita. ¿Mi padre también le conoce? - Me separo de la fuente, espero que no tarde mucho en llegar esa chica.

- Gracias, entiendo que supone un contratiempo. Prometo que no te retrasare, ni seré un estorbo. ¿Puedo saber tu nombre?

- A decir verdad, hace años que no nos vemos. - Me separo de la fuente, pero me quedo observando el agua - Si lo conocía, pero no se llevaban muy bien, cada uno tenía una manera de ver el mundo y la magia de forma muy distinta. - Percibo a Akemi acercándose, me siento aliviado. Ya está cerca.

- Bueno, en ese caso, deberíamos ponernos a ello. ¿Sabes como acceder? - digo a Axel tratando de cambiar el tema y eludir una situación que se ha vuelto incomoda.

Asiento con la cabeza de forma indiferente mientras desvío la mirada. Me incomoda su forma de mirarme, es como si viera dentro de mí. - ¿Vamos? Aquí parados no haremos nada.

- Si, he averiguado como entrar.- me giro hacia el callejón donde esperaba. - Si entramos por aquí, llegaremos al interior, a pocos metros esta la Oscuridad.- digo señalando una verja, al otro lado un montón de cajas y escombros.- Eso es solo una ilusión. - digo señalando los escombros y las cajas.

- Eso espero, si no, no permitiré que me acompañes sin importarme que seas deshonrado. - Le observo de reojo. - Mi nombre es Akemi. - No quiero ser cruel, sé perfectamente por lo que está pasando, el dolor de perder a alguien que te importa tanto como para querer vengarte, pero mis vivencias me han llevado a ser una persona fría, desconfiada y distante. No puedo dejar entrar en mi vida a cualquiera, hasta ahora solo unos pocos lo merecen. - Estamos llegando, me he citado en esa plaza con alguien. Después, volveremos donde nos hemos encontrado y entraremos a la Oscuridad de Americh.

Inclino la cabeza mientras lo observo, se le ve tan melancólico con la mirada puesta en el agua. Un extraño sentimiento me recorre por dentro, es una mezcla de pena y ternura, una extraña combinación. Desde que entre en su mente, a pesar de no haber visto nada que estuviese relacionado conmigo o mi padre, me siento más unida a él, siento que puedo confiar en él. - Eso explica porque papá no me propuso venir a verlo.

Los personajes Axel, Cian, Kadim y Mia deben continuar en el tema Los hermanos sylvain, el alma maldita y el ebudan de la dualidad

- Entiendo. - no digo nada más, solo me limito a seguirla, esta mujer me parece fascinante, es una hábil luchadora, domina su ki de forma excepcional, y por su templanza y comentarios, deduzco que ha visto cosas asombrosas y escalofriantes. ¿Con quien se habrá citad0?

Me doy la vuelta, Akemi se aproxima a nosotros, acompañada un un varón de etnia tallar. Por sus vestimentas es obvio que se trata de un miembro de la Guardia Negra.
- Akemi ya esta aquí. -digo a Shanna - Una conversación muy agradable.

Parece que nuestra conversación a terminado. - A mi también me lo ha parecido. - La chica, Akemi, se acerca con un hombre, ¿quién es? - Solo habías mencionado a tu amiga, ¿quién es ese hombre? - Pregunto mientras se acercan a nosotros.