Capítulo 1 - Acto 1

Camino por las extrañas y bulliciosas calles de Americh. Son muy diferentes de mi patria. Aunque ese maldito asesino halla huido hasta aquí, daré con el. Di mi palabra.
Percibo algo moverse furtivamente. "Te tengo" pienso. Me muevo con cautela, pero rapidez hacia el callejón. Cuando entro en el veo a una mujer de origen ryuan. Me ha percibido. De hecho, por su reacción, lo ha hecho desde antes de que llegase.
-Lo siento, no eres a quien buscaba. - digo al verme con mi cimitarra empuñada y lista para combatir. La enfundo despacio, tratando de no hacer movimientos bruscos.

- He percibido un ki familiar, se tratada un amigo, y compañero.- ¿Sabra la orden lo que me dispongo hacer? ¿Estará aquí para detenerme?¿Debería evitarlo? Sigo inmóvil, sin saber bien que hacer. Su presencia cada vez se siente más cerca.

Indago un poco más en su mente, busco en cada rincón. Quiero ver lo fuerte o intima que era su relación. Quiero ver el momento en que mi padre le pidió que me vigilara y el hizo la promesa de la que me ha hablado. También busco más detalles sobre mi o mejor dicho sobre mis investigaciones cuánto sabe sobre mis tatuajes, sobre mis capacidades y sobre quien soy en realidad.
-¿Te dijo para qué?

-Damaris no mencionó a Sol Negro. No me había dado cuenta de ese detalle, aunque apenas he oído hablar de esa empresa, quizás sea por eso por lo que no me percaté. - ¿Mágico? – Observo si alguien nos presta atención. – Será mejor que vayamos a sentarnos a una zona tranquila antes de seguir hablando de esto. – Digo buscando una mesa en un rincón apartado.

-Eso espero – El corazón me late deprisa. – Para serte sincera llevo bastante tiempo tras su pista sin éxito. Resulta difícil encontrar a alguien a quien no conoces personalmente y que además no para de viajar.

Percibo a alguien acercarse mientras sigo buscando las piedras que desvelan la entrada a la Oscuridad. Me oculto cerca de la entrada con una daga en la mano preparada para atacar. En cuanto entra el desconocido dirijo la daga a su cuello de forma rápida, amenazándole.
-Sin duda te has equivocado de objetivo. ¿Quién eres y qué haces aquí? – Mantengo la daga pegada a su piel, alerta asegurándome de que enfunda su arma y de que no pretende nada. No me gustan las sorpresas.

Percibo la sorpresa y la duda de Nolan al hablarme de su amigo - ¿Habéis discutido por algo? Parece que no estás seguro de querer verle. No es de mi incumbencia, pero si hablas con él saber por qué está aquí.

Contemplas el instante en el que me pide que te vigile y te cuide. Me dice que sabe que tarde o temprano buscarás tu destino, que saldrás al mundo, a viajar, a aprender más de ti y de el mundo en general. Me pide que te vigile y cuide siempre que me sea posible. Le doy mi palabra, le prometo que lo haré, tan a menudo como me sea posible.
Hablamos sobre tu Sue'Aman, sobre la Ciudadela de Hécate y algún tipo de conexión que te une a ese lugar. Sobre consultar a Magnus.
-Quería visitar Sylvania, buscaba algo, aunque no me dijo de que se trataba.- Susurro en mi tono habitual.- Suelto su mano, para que pierda la conexión.- Creo que es suficiente. No dejo que analicen mi mente de forma habitual. En tu caso he hecho una excepción, para que veas que digo la verdad, por respeto y la amistad que tengo con quien fue tu padre. Y a tí, a través de el.

- Tiene razón, aquí no deberíamos hablar.- Sigo a la mujer hasta la mesa.

- Bien. Tenéis razón.- Avanzamos hasta la mesa. Cuando nos sentamos, explico a la chica lo que quería decir.- Sol negro no solo es una empresa que vende mercancías comunes. También tratan con material arcano. Entre otras cosas más siniestras que hemos escuchado. Según recuerdo, tenían una sede en la ciudad, y un acceso más "personalizado" en la zona conocida como La Oscuridad, donde casualmente nos dirigimos nosotros. Vamos a ver a una alquimista y mago llamado Magnus. Conocía a nuestra madre y queremos preguntarle algunas cosas. Quizás incluso pueda ayudarte.

Sigo avanzando sin comentar nada. Obviamente, hay algún tipo de vínculo o relación que la une a Nolan, Aunque es difícil deducir que es. Como sea, mi prioridad es alcanzar a mi amigo. Pocas calles después, lo veo, junto a una mujer que me llama la atención. Su porte indica que es diestra, sus dos katanas y su ki son intensos. Lleva algo en el rostro, parece que algún tipo de tela le cubre el rostro. Nolan esta inmóvil.
- Me alegro de verte. ¿había oído decir que pediste un permiso para un asunto de vital importancia. ¿Como estas?- Digo mientras me acerco a Nolan.

-Podéis llamarme Nizam. Soy miembro de la Guardia Negra de Estigia. Buscaba a un asesino que ha huido hasta aquí. Ha matado a un amigo que me acompañaba en mi viaje.- Digo con calma. Es rápida, y su capacidad ki es asombrosa. Me resulta asombroso la agilidad y velocidad con la que se ha movido. Su firme pulso y su seguridad. Debo andar con precaución, parece que es una mujer muy capacitada.- Lo vi entrar en este callejón. O eso creía.

-No, no se trata de eso, solo...-explico o trato de pensar que decir. pero pronto escucho su voz. No viene solo, le acompaña una mujer joven. Parece nerviosa.- ¡Alucard! No esperaba verte aquí, la verdad. Estoy... bueno, como siempre. ¿Y tu, qe tal estás? ¿Que te trae a Americh.?- Digo girándome hacia él.

-Te agradezco que lo hayas hecho, es difícil saber en quien confiar cuando se trata de temas tan delicados. – Alejo mi mano cuando se suelta. – Me incomoda el hecho de que conozcas tanto de mí. Aunque tú me conozcas desde niña y hayas velado por mí, yo no sé nada de ti. Mi padre nunca me habló de nadie llamado Shadow. – Ahora me siento un poco avergonzada, pero tenía que asegurarme de que es quien dice ser. – También te agradezco lo que has hecho por mí y que quieras ayudarme. Iré contigo a ver a Magnus y me encantaría que me ayudaras a encontrar a mi padre, estoy preocupada por él.

- Comparto tu preocupación. Yo también temo por Ángelus. Pero antes de partir a Alberia en su búsqueda, debemos saber más sobre tu destino. Al fin y al cabo, Hécate, ciudad donde esta la Ciudadela, esta cerca de Albería, y si vamos a ir en esa dirección, deberíamos saber más de que te depara ese lugar.- Termino mi copa.- He encontrado a alguien que puede ayudarnos, fue alumna mía, y es una de las personas en quien más confío. Me he citado con ella cerca.

Me quedo impactada al escuchar a Kadim, no solo por lo bien informada que parece estar sobre sol negro, sino por el hecho de que me cuente lo que pretenden hacer sin conocerme. Le lanzo una mirada severa. – No pretendo ser grosera ni insultarte, pero de verdad eres siempre tan inconsciente e ingenua. Te paras a pensar en las consecuencias de tus actos. – Me paso la mano por la cara, no doy crédito a lo que veo. – Escúchame te… os agradezco que me ayudéis y más cuando no soy vuestro problema, pero no me conoces, no sabes nada de mí y eres tan estúpida de contarme ese tipo de cosas. – Me doy cuenta de que estoy alzando la voz, de que le estoy regañando como si fuera mi hermana pequeña. Maldita sea, pero a mí que me importa en los problemas que se meta, es su vida no la mía. – Discúlpame otra vez, no es asunto mío lo que hagas y como lo hagas. Aun así, deberías tener más cuidado de en quien confías.

- Tiene razón, Kadim. Estas siendo muy imprudente.- Miro a la mujer que nos acompaña.- Esos ataques espontáneos de ira, esa perdida de control. ¿Se está volviendo cada ve´z más constante verdad?

Me quedo petrificada al verle. Algunos de sus rasgos me recuerdan a mamá. Trago saliva. Creía que Alucard estaba con él, que lo había perdido por la ciudad. No esperaba esto y menos aún la reacción de Nolan al verlo. Creo que debería esperar para hablar con él, al menos ya lo he encontrado.

-¿Cómo es ese asesino al que buscas? – No he percibido a nadie más aparte de él o bien tiene una buena capacidad de ocultar su ki o no es alguien a que deba dar muchos problemas. Opto más por la primera opción. Por lo que me concentro en detectar su presencia por si está cerca. – Voy a bajar el arma si intentas algo te reunirás con tu amigo.

-Pareces nervioso – Susurro. Me giro en la dirección de la que viene la voz del recién llegado. Me mantengo callada para ver cómo se desarrolla el encuentro.

Imagino que será la chica con la que estaba cuando llegue. – Bien pues vayamos a reunirnos con ella. ¿Qué sabes tú sobre la ciudadela? ¿Y sobre los Ebudan?

-Me gustaría que me contaras que crees exactamente que me ocurre. Aunque puede que tengas razón. – Me vuelvo a dirigir a Kadim – La experiencia me ha enseñado que la confianza es un bien muy preciado y que debes elegir bien a quien le concedes ese regalo. Volviendo al tema de Sol negro no tenía conocimiento de que se dedicaran a ese tipo de cosas. Solo buscaba este lugar por recomendación de un conocido. Ni siquiera sé si encontraré lo que necesito.

- Lo se, la confianza es algo valioso que hay que ganarse. Pero igual que percibimos eso.-digo mirando su brazo vendado- Percibo que tu alma es buena y hay luz. Por eso es que se que puedo confiar en ti. ¿Que buscas exactamente?

-La cura para una extraña enfermedad. – Desvío el tema,no quiero hablar de eso, mis asuntos son solo míos. - Ese lugar que has mencionado antes, la Oscuridad. ¿Cómo se llega? Quiero explorar esa zona, puede que allí si encuentre esta dirección.

Me detengo cerca de Nolan, observo a la mujer que lo acompaña de forma sutil y fugaz. Parece ser invidente.
- A decir verdad, Nolan. Estoy aquí buscándote. Hoy que te dirigías a Americh. ¿Que te ha traído aquí? ¿Y que es eso de tan vital importancia que te impulso ha pedir una permiso y dejar tus funciones como Templario?- Mi tono suena sorprendido y preocupado. Se que algo le ocurre, no suele actuar de esta forma. Es la primera vez que pospone sus obligaciones. ¿Que debe estar ocurriendole para que actúe de esta forma?