Combate Prologo

-¿Estas bien?- Pregunto al humano que ha combatido a mi lado. Pero antes de que me conteste estalla otro altercado, esta vez, alguien lucha contra el duque en el escenario, y sus matones se aseguran que nadie se entrometa. Aun así, el semiorco, su amiga y un elfo se aproximan. -Seguro que es hombre esta detrás, o sabe quien lo esta.- comento al humano, como si nos conociésemos.

Los matones no se dejan intimidar por vuestras amenazas, de hecho, hacen claros gestos de estar dispuestos a enfrentaros si no os marcháis.

Observo el duelo -Si es así han organizado esto para acercarse al Duque una vez estuviese solo. Menudo cobarde. - No me habla a mi, ni siquiera se ha dado cuenta de que estoy aquí. Me acerco a ambos - ¿Deberíamos intervenir?¿Como están vuestras heridas? - Mi voz suena dolida, triste. No soy capaz de mirar a Aaron a la cara, si lo hago no me reconocerá y a pesar de que ya lo he aceptado eso me destrozará.

El tiefling y la chica que combatían a mi lado muestran claras evidencias de preocupación por mi estado, aunque el tiefling también ha resultado herido.-Bien, no es nada.- digo mirando a ambos.- Creo que si que deberíamos actuar, no creo que debamos permitir que se salga con la suya.- Avanzo hacia el escenario, indicándoles que me sigan si lo desean.

Miro a Seoni, quien se encuentra a mi lado. ¿Ha estado aquí todo este tiempo? ¿Ha participado en el conflicto? ¿Ha dejado su hogar, al igual que nosotros? ¿En vísperas del matrimonio?
- Estamos bien ¿y tu? me alegro de verte Seoni.- Aún así no aparto la mirada del carnicero y relevo a mi hermano, engatillandolo con mi espada.

Saco una cuerda y me agacho para maniatar al carnicero - Cuidado con lo que haces - le advierto. - Estoy bien, yo también me alegro de verte. No esperaba encontraros en este lugar. - Me incorporo cuando termino y echo un vistazo fugaz hacia Cian.

El duque Abdel Adrian y su enemigo, continúan la contienda, La pelea esta cada vez más intensa, las fuerzas y heridas por parte de ambos son evidentes. No durará mucho más, a menos que se intervenga.
Además, los matones se interponen con la clara intención de enfrentarse a vosotros si cumplís vuestras amenazas, no piensan ceder, ni dejaros pasar.

- Vosotros mismos habéis sellado vuestro sino. - digo mientras me lanzo hacia el más próximo y trazo un arco con mi espada.

Terror de Hamsa +5
Daño 1d10+3 cortante

El miembro 'Karash' ha efectuado la acción siguiente: Lanzadados

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#1 'D20' : 13

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#2 'D10' : 6

La situación se esta volviendo desagradable. Claramente, la mayoría de esta gente trata de evitar la muerte del duque, y mi instinto me advierte de que en este enfrentamiento hay más en juego de lo que puede apreciarse. Me apresuro hacia una de los matones, resuelto en intervenir, mientras recito los versos de mi conjuro. Y trato de tocar a uno de ellos.

Ataque Mágico +5
Hechizo Inflingir Heridas 3d10 puntos de daño necrótico.

El miembro 'Rhanloo' ha efectuado la acción siguiente: Lanzadados

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#1 'D20' : 8

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#2 'D10' : 6, 6, 8

"Malditos inconscientes" pienso al ver que los matones no se apartan. Aprovechando que el semiorco mantiene ocupado a uno de ellos, y el pálido hechicero se aproxima y distrae al otro, me escabullo entre ambos para alcanzar al encapuchado.
- No dejaré que te salgas con la tuya. -Digo mientras detengo uno de sus ataques dirigidos contra el duque.

Aprovecho la distracción para acercarme al Duque. Me sitúo frente a él para protegerle mientras el elfo detiene el ataque del encapuchado.

Reparo en la mujer que nos acompaña. Se trata de una hermosa humana, con una mirada que hace que se me agite el alma, como si "algo" quisiese salir, luchando contra una fuerza desconocida, como una sensación, un recuerdo vago, perdido, olvidado. No puedo evitar sentir una atracción inhumana hacia ella. Mi corazón se agita, mis manos tiemblan al oír su voz. Que extraña sensación. ¿Es esto a lo que se refieren cuando hablan del amor?
- S...Si, deberíamos intervenir. - digo tartamudeando y siguiendo al humano, pero sin dejar de contemplar a la mujer que esta con nosotros.

El matón al que enfrenta Karash, recibe una fea herida en el abdomen, pero se mantiene firme, decidido a impedir tu avance.
El que es enfrentado por Rhanloo, apenas puede eludir el contacto, una fuerza necrótica y mágica, invade su cuerpo, inflingiendole heridas que resultan mortales. Entre agónicos gritos, cae al suelo, muriendo en el acto.

Me sorprende que Aaron me mire así, me alegra el alma aun sabiendo que lo nuestro es imposible. Camino evitando la mirada de Aaron. - Ayudemos en lo que podamos entonces.

Cuando llego al escenario me detengo cerca, los matones ya están combatiendo, uno con un semiorco, el otro ha encontrado su fin bajo el hechizo del mago de piel pálida que nos observaba antes a Seoni y a mi. Al reparar en ella, la busco con la mirada y la veo maniatando a un carnicero, junto a un bonita elfa de cabellos rubios. Un elfo y una hermosa mujer ayudan al duque en el escenario. Por lo que simplemente me adelanto y subo con calma.
-Estas en clara desventaja. Rindete.

- Es complicado, viajamos aquí antes de la ceremonia, para ocuparnos de unas cosas. En realidad nos dirigíamos al Valle del Viento Helado.- Miro hacia el escenario. Parece que el duque ya esta a salvo.

- A eso lo llamo yo casualidad, yo también me dirijo al Valle de Viento Helado. Sobre la ceremonia no te preocupes no tienes que dar explicaciones. Ya nos pondremos al día sobre ese tema Cian y yo. - Observo lo que está ocurriendo en el escenario. - La verdad es que pensaba que estabais aquí por otro motivo.

Los miembros de la Guardia reaparecen y abaten a Viekang mientras que el Duque Adrian, dándose cuenta demasiado tarde de lo que podría estar en juego, grita para que se detengan. Todo ocurre tan deprisa que no podéis intervenir.

Se hace un silencio horrorizado en la multitud cuando cae abatido uno de los contendientes. Adrian emite entonces un aullido sobrenatural de angustia. Su cuerpo empieza a mutar entre horribles sonidos de huesos rotos, carne despegándose e incluso chillidos de la armadura de metal al deformarse, mientras el cuerpo del Duque Adrian se convierte en una burla grotesca de un musculoso ser humano. Lo que surge ha dejado de ser un hombre. Abre sus ojos ensangrentados, mira fijamente hacia vosotros y notáis que en él anida la locura y la sed de sangre. Un horrendo rugido provoca que rocíe el suelo con su saliva.

Nota: Volvemos a tirar todos iniciativa.

Iniciativa +2

El miembro 'Yoylin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzadados

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'D20' : 10

Iniciativa +3

El miembro 'Rozalia' ha efectuado la acción siguiente: Lanzadados

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'D20' : 13

Iniciativa +2