Combate Prologo

Mientras nos alejamos miro nuestras manos entrelazadas, no creí que sentiría tanta calidez. - Sé que hay mucho de lo que tenemos que hablar, como de por qué estoy aquí a pocas semanas de la boda. - Suspiro - Pero no sé si este es el mejor momento. - Estoy avergonzada, hace que me sienta tímida. - Veras antes se me acercó un hombre llamado Imbralym Skoond para pedirme de parte de su señor, que si deseo salvar Puerta de Baldur de la podredumbre supurante que la está corrompiendo me reúna con él en los Tres Viejos Barriles. Tengo curiosidad por saber que tiene que decirme y estoy preocupada por esta gente, pero no quiero ir sola, me gustaría que me acompañaras. - Le pido mirándole a los ojos - A diferencia del comandante, se acercó solo a mí, así que no estoy segura de si tengo que compartir esto con alguien más.

Observo a Seoni, aprecio su sinceridad, y puedo ver su miedo, o vergüenza.- No te preocupes, sobre lo de partir de tu hogar antes de la ceremonia, no es algo en lo que pueda juzgarte. Yo mismo partí del mío con mi hermana. Viajamos al Valle del Viento Helado.- Observo en dirección al grupo que aguarda nuestra incorporación - Cuando creas que es el momento, hablaremos de ello. - vuelvo a mirarla, acercándome un poco. - De alguna forma, creo que deberíamos compartir esta información con el resto. Tengo la sensación de que nuestros caminos no se han cruzado por casualidad.

- Preocupado.- digo a la mujer que se aproxima tras preguntarme.- Lo que ha ocurrido esta envuelto en misterio, creo que algo oscuro se cierne sobre Puerta de Baldur.

Un hombre joven con barba y envuelto con una capucha oscura llama la atención de Aaron y le hace señas para que se aproxime. Está usando lenguaje de signos propio de los bajos fondos. El hombre está ayudando a enderezar un carromato repleto de fruta.
Cuando Aaron se acerca dice:

El encapuchado masculla entre dientes, “Acabáis de llegar a la ciudad, por eso no conocéis la situación. No confiéis en esos dos tipos que os han hablado. Si de verdad queréis saber lo que está pasando en Puerta de Baldur, reuniros conmigo en la puerta de Pequeña Calimshán al anochecer”.

La figura se introduce entre la multitud y rápidamente lo perdéis de vista.

Cuando el encapuchado llama mi atención, me aproximo. Tras sus enigmáticas advertencias, vuelvo a acercarme al grupo, pensando en lo que me ha dicho.

Mi corazón se acelera al tenerlo tan cerca y puedo notar el calor en las mejillas - Kadim ya me dijo a donde os dirigíais, casualmente yo también viajo a ese lugar. Cuando tengamos un momento de calma nos pondremos al día. - Los años no han menguado las emociones que despertaba en mí. Estaba convencida de que el tiempo habría borrado esos sentimientos, me equivoqué. - El destino nos ha unido. - Vuelvo a sonrojarme. - Vayamos a contárselo al resto y decidamos que hacer, tenemos hasta que suenen las cuatro campanadas para ir a los Tres Viejos Barriles. -

- ¿Vendrás con nosotros a hablar con el comandante? A lo mejor conseguimos repuestas que nos aclaren que es lo que está ocurriendo. ¿Como te llamas? - Digo meditando sus palabras.

- Rhanloo. -digo mientas asiento a la mujer. No me apetece mucho mezclarme con toda esta gente, pero quiero respuestas.

Me acerco al resto, acompañado de Seoni. El mago de piel pálida se acerca también, junto a Rozalia. El semiorco, el tiefling y la humana que los acompaña, también esperan, junto a Kadim y Reinarz.
- Creo que deberíamos buscar un lugar pare hacer un breve descanso y debatir que curso de acción tomaremos. Además de la invitación del comandante, otro noble quiere hablar con nosotros. O eso ha dicho a Seoni.- explico señalándola a ella ligeramente.-Por supuesto nadie esta obligado, sois libres de seguir vuestro camino y tomar vuestras propias decisiones.

-Creo que es una buena idea, Cian. -digo antes de que nadie intervenga.- al fin y al cabo, todos hemos actuado, imagino que la mayoría querremos saber que esta ocurriendo y que tienen que decirnos. ¿Quien se ha puesto en contacto contigo, Seoni?

-Un encapuchado también me advirtió sobre estos hombres, y me cito en la puerta de Pequeña Calimshán al anochecer- digo cuando escucho las palabras de Cian y Reinarz - Vallamos pues a una taberna, descansemos, comamos y bebamos, y discutamos sobre que deberíamos hacer.

- Un hombre llamado Imbralym Skoond, aunque dijo venir de parte de su señor. No sé para quien trabaja. - Respondo a Reinarz. - ¿Te advirtió? De qué exactamente, si se puede saber.

- Sus palabras exactas fueron: “Acabáis de llegar a la ciudad, por eso no conocéis la situación. No confiéis en esos dos tipos que os han hablado. Si de verdad queréis saber lo que está pasando en Puerta de Baldur, reuniros conmigo en la puerta de Pequeña Calimshán al anochecer”.- digo al resto.

- Es cierto acabamos de llegar no conocemos la situación. No sabemos en quien confiar. Cualquiera de ellos puede dar algo de luz a lo que ha ocurrido o incluso estar detrás de todo. - ¿Dónde estaban ellos cuando tanta gente perdía la vida? - ¿Alguno sabe donde está la taberna?

-Cerca de aquí, mientras llegaba al Amplio, me pareció pasar una taberna. Si me acompañáis, creo que no estaba muy lejos.

-Guíanos pues hasta ella, Reinarz. Te seguimos. - miro a Kadim y Seoni para que me acompañen.

-Bien, pues vamos allá.- digo mientras agarro a Seoni de la cintura y la empujo suavemente para que caminemos juntas.

No vendrá mal refrescar nuestras gargantas y saciar nuestros estómagos. Me ajusto mi equipo y sigo a Reinar y los elfos.
-Te sigo.

Observo al grupo avanzar hacia la taberna que parece haber visto Reinarz. Lo sigo, como no, pues yo también necesito un trago y vendar esta herida. Miro a Rozalia y me acerco a ella un poco.
-También vendrás ¿no?

No dejo de mirar la herida de Aaron - ¿Qué... yo? - Digo un poco absorta - Sí, claro, voy. - ¿Por qué hablo así? Parezco estúpida. - Necesito descansar un poco y también quiero algunas respuestas sobre lo que ha pasado. - Digo ya con más calma.

Kadim sigue siendo la misma, no ha cambiado en nada. Camino entre risas por su actitud. - Voy, voy, no hace falta que me empujes. - El grupo que acabamos de formar es un tanto extraño, pero me gusta, a pesar de ser tan diferentes todos tenemos algo en común, todos estamos dispuestos a ayudar a quienes nos necesitan. Miro a cada uno de ellos hasta reparar en Rhanloo. - Espera - digo a Kadim - tengo que preguntarle algo - digo señalando a Rhanloo caminado hacia él - Perdona, no creo que ya tenga importancia, pero antes en le plaza... ¿querías decirnos algo?

Observo a toda esta gente, caminar juntos hacia la taberna que Reinarz parece haber visto antes. Los sigo, aunque mantengo la distancia. ¿Que ha creado ese engendro? ¿Tienen mis visiones algo que ver con esto? La hechicera se acerca a mi.
-¿Antes? - trato de recordar - ¿En la plaza? No, solo observaba.

Miro a Seoni, acercándose al mago humano de piel pálida y aspecto siniestro. Siento el impulso de aproximarme.
- Tu también has ayudado antes ¿verdad? Soy Kadim.

-Rhanloo. - digo mientras avanzo con el resto del grupo.