Llegando a Orlando

Me coloco tras Lindsay, mientras le explico lo básico sobre el seguro, el cargador y apuntar. La cojo de las manos muy pegado a ella y le ayudó a apuntar.

- ¿Ves? así es como se hace- le digo muy seductor al oído.

- Si, pueden probarlas todas si quieren. Sobre cómo ganarlas, no puedo decirles nada, pero ya se irán enterando.- Explica Mac.

Miro la escena de Bobby y Lindsay y lo fácil que les resulta relacionarse y no puedo evitar sentir un poco de envidia, no por el coqueteo, eso es algo que no me interesa y veo fuera de lugar en este momento, pero si para mi fuera tan sencillo, ahora no me veria como una niña asustada, con miedo a pedir ayuda. Me acerco a la pistola y la miro nerviosa antes de cogerla un poco insegura

Sujeto la pistola con firmeza y sigo las indicaciones de Bobby - no parece muy complicado de momento, que te parece si pobramos mi punteria - digo pegando mi espalda a su torso

- ¿Puedo ayudarla? A mi tampoco me gustan las armas, pero si queremos sobrevivir en Marte, tenemos que saber usarlas.- Digo acercándome a Kylie.- Hay que sujetar con firmeza, para evitar accidentes en el retroceso.

- El muchacho tiene razón, además, si trabajamos en equipo aumentarán las posibilidades. Dios cuidará de nosotros allí, si nos mantenemos firmes y junto a él.

Miro a los dos hombres sorprendida e intimidada a partes iguales, es la primera vez me siento, o mejor.dicho que no me siento invisible y eso me gusta al fin y al cabo era mi objetivo, pero tambien me incomoda no estoy acostumbrada a tratar con la gente - gracias, si que me vendría bien la ayuda, es la primera vez que cojo una - digo intentando sujetar la pistola con firmeza

Entonces de momento solo la pistola ¿no? - cojo la pistola, me aseguro que esta todo correcto, quito el seguro apunto al blanco y disparo - bueno algo es algo

Me acerco a la chica tímida y los dos grandullones - eso de trabajar en equipo suena bien, todos buscamos ganar, pero ante todo sobrevivir y si trabajamos juntos tendremos mas posibilidades de salir con vida de aquí - cojo una pistola dipuesta a probarla

Lo mio es trabajar sola, pero creo que tenéis razón - bueno de momento no está siendo tan difícil, solo incómodo

- Muy bien, pues en ese caso parece que ya vamos tomando contacto unos con otros. Practiquemos un poco con las armas para ir haciéndonos con ellas, ok

- Claro, practiquemos un poco de puntería guapisima. Nos vendrá bien a todos. Y vosotros no dudeis en pedirme ayuda si necesitais algo, ok- digo dirigiendome al grupo recién formado.- Todos queremos salir con vida de Marte, bobby puede echar una mano, no lo olvidéis.

Sois aleccionados por el singular Mac Bronson en el uso de las distintas armas. A la hora de la comida os trae un par de carros de catering y os da la oportunidad de compartir mesa con él, mientras os cuenta algunas de las anécdotas y fanfarronadas que hizo cuando fue participante, como aquella vez que cazó una peligrosa bestia mutante usando solo su cuchillo, y el público le dio la puntuación máxima.
Tras la opulenta cena, cortesía de La Cadena, Mac os conduce a una sala contigua, amueblada con principescos sofás de piel, una pantalla gigantesca con una cámara alojada a su parte superior y otras tantas distribuidas aquí y allá en las paredes. Mac os invita a poneros cómodos, se sienta justo en medio y
enciende la televisión.
En la pantalla aparece un grupo de atractivos jóvenes con ropa cara disfrutando de una jovial reunión en un suntuoso apartamento. Ríen y charlan sin hacer ningún caso a la cámara, hasta que uno de ellos se gira en su sillón y fija su mirada en la cámara mientras dice:

—Cuando tengo que dar una fiesta para mis amigos, nunca sé cómo acertar con las últimas modas en ropa, música, decoración… Pero para beber… —levanta un vaso de refresco con un logotipo rojo grabado— yo lo tengo claro: eXtreme Cola. Con eXtreme Cola siempre acierto. —Tras un fundido en negro, reaparece una imagen del vacío espacial con un fondo estrellado y pasan flotando en la ingravidez dos latas de refresco, que se pierden en las turbulencias de la estela de una lanzadera que surca el vacío a toda velocidad mientras suena música rock. Un grupo de estrellas comienza a brillar con más intensidad en colores rojo y blanco hasta formar el logotipo de eXtreme Cola. A la vez, una voz en off dice—: eXtreme Cola y eXtreme Cola Light patrocinan este espacio. —De nuevo, tras un fundido en negro, aparece en pantalla el plató del popular show televisivo.
—¡Buenas noches! ¿Sabéis qué hora es? —pregunta el presentador al entrar en el plató, ataviado con un traje de diseño, un corte de pelo de doscientos dólares y una sonrisa de
porcelana.
—¡Es la hora de Marte eXtremo! —responde el público a coro.
—¡Así es! Soy Johnny Melter y esto es… ¡Marte eXtremo!

La pegadiza y marchosa sintonía del programa comienza a sonar. La cámara recorre las filas del eufórico público mientras aparecen en pantalla el logo del programa y los créditos. Filas y  filas de personas de todas las edades en pie, sonriendo y sin parar de aplaudir, llenan la gradería.

—Buenas noches… —El presentador trata de acallar los aplausos del público—. Buenas noches a todos. Bienvenidos una vez más al programa número uno del mundo: Marte eXtremo, en el que un grupo de valerosos concursantes viajan por la región elísea de Marte para cazar horribles monstruos y bestias mutantes y a las más sanguinarias de las peligrosas criaturas marcianas: los copiacaras, desalmados alienígenas antropomorfos, primitivos mutantes de origen desconocido, que atacan sin previa provocación a los concursantes.

Esta es, sin duda, una noche muy especial. En el programa de esta noche, tras un mes de horrores y peligros y tras haber perdido a la mitad de sus compañeros, nuestros intrépidos concursantes dejarán el planeta mutante en la lanzadera que les espera en la ladera sur del monte Olimpo… —El presentador guarda silencio y desvía la mirada de la cámara y el público a la vez que se lleva una mano al oído —. No. No es posible —murmura con angustia—. No puede ser. Es horrible. ¡Es una tragedia! —Se gira hacia la cámara de nuevo con el rostro contraído por la congoja—. Me acaban de informar que nuestros heroicos concursantes han sufrido una emboscada de unos apestosos copiacaras justo en el momento de su despegue. La lanzadera se ha estrellado sin supervivientes. —Por un segundo parece a punto de echarse a llorar, pero, a pesar de trabarse, mantiene la compostura—. Lamento… Lamento daros esta terrible noticia. Se suponía que esta era una noche de celebración… Las imágenes son demasiado horribles para que las emitamos. —Termina la frase con voz gangosa y finalmente prorrumpe a llorar y se tapa la cara con una mano mientras las convulsiones del llanto le sacuden el cuerpo.

Un cámara enfoca al público en plató: hombres con expresiones sombrías y los hombros caídos, mujeres apenadas que se tapan la boca con las manos y niños llorando a moco tendido.

—No —dice el presentador haciendo acopio de coraje mientras niega con la cabeza repetidamente—. ¡No! ¡No lo vamos a permitir! —grita sacudiendo la cabeza y levantando el dedo índice en gesto amenazante a medida que la cámara se acerca a un primer plano—. ¡No lo vamos a permitir! —repite con más fuerza a medida que la tristeza da paso a la furia—. ¡No lo permitiremos! ¡La Tierra necesita héroes valientes! ¡Nos vengaremos y les daremos su merecido! ¿Estás dispuesto a luchar por tu planeta, por tu raza, por tu país? ¡Presentaos a participar en Marte eXtremo! ¡La Cadena os necesita para que defendáis el honor de la Tierra y de América! —cada vez más colérico—. ¡Recibamos con un fuerte aplauso a nuestros nuevos concursantes!, sin duda, héroes valientes que aman su planeta y su país —grita en un drástico cambio del odio más visceral a la sonrisa más entusiasta mientras se gira y señala a un lado del plató, en el que hay situada una gigantesca pantalla—. Mac Bronson, el popular campeón del primer programa, está con ellos en este momento —dice cuando se acallan los aplausos.

—Así es, Johnny —dice Mac mientras señala a los lados—. Me encuentro en la sala de espera con la nueva hornada de concursantes dispuestos a patear culos marcianos. Conozcámoslos.

En ese momento, cada uno de los concursantes recibe un primer
plano en pantalla, que los invita a que se presenten.

Buenas noches Johnny, buenas noches a todos - digo saludando con la mano - siento mucho escuchar esa noticia, pero vengaremos su muerte, lucharemos para evitar que vengan a nuestro planeta, para proteger todo cuanto amamos - digo poniendo la mano sobre el corazón y haciendo una breve pausa - bueno tengo que presentarme - digo más bien para mi y mirando a mis compañeros a modo de disculpa - soy Lindsay Lafayette, aunque algunos estareis acostumbrados a verme por ese plató, ahora os mostraré otra parte de mi y espero no defraudaros - digo con una sonrisa

Cuando la cámara me enfoca trato de mostrarme lo más solemne posible.

- Ellos han muerto por su país, por sus creencias y por vosotros. Nuestra obligación como nuevos concursantes es vengarlos, y darle a Marte su merecido.- Mi semblante muestra entonces mi mejor sonrisa- Soy Bobby McGee, aunque muchos de vosotros ya me conoceréis de anuncios deportivos como Reebok, Nike o Quicksilver. Además, también soy un gran admirador de aquellos que desean servir a su país, por eso salgo en anuncios que promueven que todos aquellos que querais servir con honor os alisteis en el ejército y sirvais con la mejor armada de todo el planeta. Voy a darlo todo en Marte, voy a daros espectaculo y a grabar mi nombre en la superficie de MArte- concluyo esto último guiñando un ojo y señalando a la cámara.

Cuando Bobby ha terminado y la cámara me enfoca.
Soy la Capitana de las fuerzas aéreas del ejército Valerie Jo Ridley y estoy aquí para eliminar a esa escoria alienígena. Soy muy competitiva así que no dejare que me venzan - digo con gesto severo

Cuando la cámara me enfoca me pilla acabando una oración por aquellos que han muerto en Marte.

- Todos lamentamos las pérdidas de estos valientes. Dios los coja en su seno.- hago una pequeña pausa.- Soy Tyler Silverstone, vivo en Utah, y estoy aquí para hacer lo que Dios disponga de mi.

Cuando la cámara me enfoca el público ve a una chica pálida, con mirada tímida y abrazandose a sí misma - yo soy la doctora Kylie Simmons, soy bióloga y espero que mus conocimientos ayuden a averiguar más sobre esos alienígenas y así poder facilitar nuestra labor y combatirlos conociendo sus debilidades - digo de carrerilla, o lo suelto o no seré capaz de hablar. Una vez termino de hablar bajo la mirada y espero a que dejen de enfocarme

La cámara enfoca a un enorme tipo de color que con el traje del programa resalta su espectacular musculatura.

- Soy Carl Mason, he venido aquí para encontrar mi segunda oportunidad, o para que esas bestias hagan conmigo lo que deseen si no merezco el perdón.

Cuando llega mi turno y me enfocan ven a una chica con cuerpo y cara de adolescente.
- Soy Yuki Kimura, mi punto fuerte al igual que la doctora es mi cerebro, aunque a mi me va más la informática, y estoy aqui para que la gente deje de juzgar a las personas por su aspecto

Cuando la cámara se detiene frente a mi la miro con indiferencia.

- Mi nombres es Phoenix Trujillo, nací en Luisiana, soy cazador, y esas cosas de marte serán cazadas y exterminadas para deleite de todos vosotros.

—¿Crees que están preparados para la acción, Mac? Quiero decir que las apuestas están bastante altas. Los copiacaras marcianos son unos huesos duros de roer.

—En verdad lo son, Johnny. Pero yo mismo he preparado a estos concursantes. Han sido entrenados por el mejor, aunque haya sido un único día.

—Bueno, Mac. Me gustaría oírlo de sus bocas. ¿Qué me decís, muchachos? Es un duro desafío, pero ¿qué haréis con los viles copiacaras cuando estéis en Marte? ¿Les daréis su merecido?
Johnny deja la pregunta en el aire. Después prosigue con su actuación —Bueno, chicos, el helicóptero os espera. Esos mutantes no van a matarse solos. Estoy ansioso por veros en acción. Mientras os preparáis para salir, haremos una pausa publicitaria.

Entonces Mac se levanta y, sacando una maleta metálica, hace entrega a cada uno de vosotros de un cuchillo de supervivencia, una pistola y un cargador extra, junto con las fundas de cinturón correspondientes.
—Bien, chicos, poneos esto y coged las mochilas. Se acerca el momento. Os acompañaré hasta el helicóptero. Recordad lo que os he enseñado y mantened los ojos abiertos. No tengáis piedad, incluso el bichejo de aspecto más endeble puede ser una amenaza mortal. En Marte todo ser que camine, vuele o se arrastre quiere mataros y sorber vuestras entrañas como si fuesen espaguetis. Y, por supuesto, cada monstruo que matéis será un montón de dinero. Cazad todo bicho viviente de aspecto amenazador y seréis ricos y famosos al volver.

Esta partida lleva un tiempo jugándose en mesa.