Combate Prologo

La criatura elude casi todos nuestros ataque, es un rival duro y viendo la herida de Aaron, no solo es hábil sino también fuerte. Tomo aire mientras apunto, creo otra flecha espectral y disparo al monstruo.

Arco espectral +6
Daño 1d8+4 Perforante necrótico

El miembro 'Rozalia' ha efectuado la acción siguiente: Lanzadados

---

#1 'D20' : 10

--------------------------------

#2 'D8' : 8, 5

La flecha espectral surca el aire, esta vez si que alcanza al engendro, atravesándole el pecho. El cuerpo del engendro se retuerce y cae al suelo, exhalando su último aliento.
El silencio que sigue a la extraña y mistica explosion es rota por los lamentos de los caidos. A medida que la genete se levanta, la Guardia intenta restaurar el orden, acordonando los cuerpos de los muertos y pidiendo a los ciudadanos ayuda para atender a los heridos. Muchos en la multitud se quitan sus sombreos o se inclinan ante vosotros mientras intentan hacer lo que la Guardia solicita.
Un pequeño grupo de agradecidos ciudadanos se adelantan de entre la aturdida multitud para felicitar y agradecer la rápida intervención de los personajes. Entre ellos hay un hombre joven enigmático, atractivo y elegante, que viste ropa cara, le tiende la mano amablemente a Seoni, y se inclina para susurrarle un mensaje, inclina su cabeza, y se gira de nuevo hacia la multitud.

“Mi nombre es Imbralym Skoond. Mi señor me encargó que descubriera quién le quitó la vida a Abdel Adrian. Si deseáis salvar Puerta de Baldur de la podredumbre supurante que la corrompe, reuniros conmigo en los Tres Viejos Barriles. Os esperaré hasta las cuatro campanadas”.

El mensaje de ese hombre me deja confundida. ¿Qué ha querido decir? ¿Salvar Puerta de Baldur? ¿No es eso lo que acabamos de hacer? Observo al misterioso hombre durante un rato antes de ir hasta donde se encuentran Cian y Reinarz. - ¿Estáis bien? Reinarz deberían tratar esa herida. - Cojo la mano de Cian. . - Tenemos que hablar.

Observo a Seoni, ¿conoce a ese hombre? ¿Es sobre el sobre quien debemos hablar? ¿La causa de que se fuese de casa semanas antes de la boda?
- Si, debemos hacerlo. - miro al hombre al que se ha dirigido, un humano de aspecto curtido, pero con cierto porte noble. ¿De que se conocen? ¿Que hay entre ellos?

- Estaré bien, no te preocupes. ¿Os conocéis?- pregunto a Seoni mirando a también al elfo.

Una vez los guardias se han ocupado del prisionero, me acerco hasta mi hermano y Seoni. Justo a tiempo de escuchar lo que dice.
- ¿Es amigo tuyo?

Me aproximo a la escena, especialmente hasta donde esta Yoylin.
- Antes no tuvimos tiempo de presentarnos. Mi nombre es Karash.

-Aaron. - digo mirando al semiorco -Gracias, me has devuelto el favor. -comento a Yoylin lanzandole una sonrisa. - ¿Cual es tu nombre?

Observo como parece que todos socializa, hemos trabajado juntos en pos de salvaguardar a esta gente, y evitar una carnicería mayor. Miro el cuerpo sin vida del engendro, mientras los guardias se ocupan de retirarlo, junto con los muertos.
- ¿Que era esa cosa? -pregunto a uno de ellos. - ¿Esto ha ocurrido antes quizás?

El guardia al que preguntas no sabe que era esa cosa, ni tiene constancia de que se haya repetido antes.

Cuando voy a contestar a Reinarz escucho a Kadim. - Es... bueno... no sé si se puede decir que seamos amigos, aunque después de lo que acabamos de vivir... - Este tipo de experiencias une mucho a la gente, pero no hace ni un día que nos conocemos, ¿decir que somos amigos no es precipitado? - Se llama Reinarz. Coincidimos intentando salvar a una niña de ser aplastada por la multitud, la pobre se había separado de su madre y un hombre la golpeo sin querer haciendo que cayera al suelo. -Vuelvo a dirigirme a Reinarz. - Ellos Son Cian y Kadim. - Hasta que no hablemos de lo que a ocurrido no estoy segura de presentarlo como mi prometido, puede que él cambie de opinión cuando sepa que huí.

-Supongo que sí, - le respondo a Aaron - soy Yoylin - digo a ambos - ¿Cómo está tu herida?

Controlo el impulso de salir corriendo hasta Aaron, no está solo lo que me tranquiliza. Me acerco a los hermanos que me ayudaron antes de que empezara todo esto, sin dejar de observar el estado del tiefling.

Después de que varios miembros de la Guardia y algunos ciudadanos más muestren su agradecimiento a los
personajes, un hombre con un físico poderoso se acerca a grandes zancadas. La multitud se aparta a su paso. Su tabardo va engalanado con un guantelete apretado y en llamas, el símbolo del Puño Ardiente.

“Mis agradecimientos. Soy Ulder Ravengard, comandante de la Roca del Wyrm y, por lo que parece, ahora también, comandante de la compañía mercenaria del Puño Ardiente. El Duque Adrian era nuestro comandante. La Guardia era la responsable de su seguridad y debió protegerle. Estamos en deuda con vosotros. Por favor, reuníos conmigo en la Roca del Wyrm, donde podremos presentarnos como es debido. Podríais hacer un gran servicio a nuestra ciudad. Nunca me equivoco cuando veo una buena y valerosa persona ante mí. Y podréis descubrir que puedo ser un valioso amigo.”

Cuando Ravengard se aleja, una docena de curtidos hombres vestidos de paisano y dispersos entre la multitud, siguen discretamente al comandante, bien atentos a la bulliciosa multitud, a los puestos de venta y a los aleros de los tejados.

Asiento al comandante Ulder Ravengard, sin duda, creo que debemos reunirnos con el, para hablar de lo ocurrido.
- Iremos a verlo, y hablar con él. - comento a Kadim - ¿Nos acompañaréis? - digo a Seoni y Reinarz.

- Me gustaría, la verdad. Creo que hay algo más tras los sucesos ocurridos. Imagino que haríamos bien en hablar con ellos. Gracias por la invitación, Cian. - digo dirigiéndome al elfo.

- Creo que es más el aspecto que tiene que el dolor que siento, me recuperare, aunque no dudo que me quede cicatriz. - digo mirándome la herida. -¿Creéis que deberíamos ir también con ellos a hablar con el comandante?

- La invitación iba dirigida a todos, creo que al menos, estaría bien saber que esta pasando en Puerta de Baldur. - Hago un gesto a Yoylin, como señal de aceptación al oír su nombre. Tras eso me acerco al grupo cercano. - Espero que no os importe que os acompañemos.

-¡Claro que no! La invitación iba para todos creo. Además, todos tuvimos nuestra participación en lo ocurrido hace un momento. Soy Kadim, encantada.

¿Cómo me he visto involucrada en todo esto? Sus problemas son suyos, pero entonces, ¿por qué me importan? - Si, ya que hemos decidido ayudar a esta gente, al menos podemos oír lo que tienen que contarnos. Soy Yoylin - digo acercándome al resto.

- Antes de que vayamos a hablar con el comandante, ¿podemos hablar un momento a solas Cian? - Le tiro suavemente de la mano, que todavía no había soltado y que extrañamente tampoco me apetece hacerlo. - Ven por favor.

- Mi nombre es Cian. digo a los recién incorporados. - Disculpadnos un momento, por favor. - Me alejo un poco del resto, acompañado por Seoni.

- Tranquilos, esperaremos aquí. - comento a Cian.- Mi nombre es Reinarz. Encantado. Y gracias por ayudar.

- Mi nombre es Rozalia, encantada de conoceros a todos. - Me acerco al hombre pálido que se está manteniendo al margen. - Hola, ¿estás bien?