CAPÍTULO 1 (Bhezar Riverhell, Reinarz y Rozalia))

"A la sombra de antiguos imperios, el pasado se hace eco en las leyendas de héroes. Civilizaciones se alzan y se desmoronan, dejando unos pocos lugares que no han sido tocados por su grandeza. La decadencia, el tiempo, y la naturaleza reclaman lo que las razas civilizadas dejan atrás, mientras que el caos y la oscuridad llenan el vacío. Cada nuevo reino debe hacer su marca de nuevo en el mundo en lugar de construirse sobre el progreso de sus predecesores. Numerosas razas civilizadas pueblan este mundo maravilloso y salvaje de Saldoria. En los primeros días, el más poderoso de entre ellos gobernó. Los imperios basados en el poder de los gigantes, dragones, e incluso demonios surgieron, pelearon, y finalmente cayeron, dejando ruinas y cambiando el mundo a su paso. En el pasado, reinos creados por los mortales aparecieron como el brillo de las estrellas, solo para ser tragados como por nubes en una noche oscura. Donde la civilización falló, quedan rastros de la misma. Ruinas salpican el mundo, oculto por un yermo que se expande cada vez más, y que alberga horrores sin nombre. El conocimiento perdido permanece oculto en estos lugares. La magia antigua puesta en movimiento por manos olvidadas todavía fluye en ellos. Ciudades y pueblos siguen en pie, donde sus habitantes viven el día a día, trabajando y buscando un refugio de los peligros de un mundo hostil. Las nuevas comunidades surgen cuando los audaces han aprovechado el territorio de un país agreste, pero pocos se aventuran lejos. El comercio y los viajes son de la competencia de los más ambiciosos, los valientes, y los desesperados. Son magos y guerreros que llevan en las tradiciones que se remontan a tiempos antiguos. Y otros a innovar, o simplemente aprenden a luchar como les dicta la necesidad, forjando un camino único. Los individuos verdaderamente especiales, sin embargo, son raros. Un puñado de gente extraordinaria domina sus artes en formas más allá de lo que se necesita para la mera supervivencia o protección. Para bien o para mal, estas personas se levantan para tomar más de lo que una persona mundana se atreve. Algunos incluso se convierten en leyendas. Estas son las historias de aquellos pocos elegidos.... "

El Destino, "La Ira del Dragón"

Más allá de los círculos del mundo aguardan peligros, y una sombra creciente que acecha. Los fomorianos cavilan bajo el mortecino resplandor violeta de las cuevas iluminadas por titilantes auras de fuegos de mago. Titánicas esfinges de piedra, semiderruidas en la arena blanca, vigilan las puertas del paraíso en ruinas de un dios olvidado. Asesinos juramentados de la pesadumbre, ocultos bajo amplias capuchas, se deslizan en silencio por las calles de una ciudad perpetuamente asfixiada bajo un manto de sombras. Príncipes demoníacos maquinan sin cesar sobre sus tronos de cráneos, en las horribles profundidades del Abismo, paneando la destrucción de los reinos mortales y la ruina del mundo. Pero ante todo este mal creciente, donde se cree que los antiguos dragones, protectores y guardianes del mundo han desaparecido, surgen leyendas y se susurra sobre una profecía que está por cumplirse, sobre un nuevo tiempo de dragones, sobre un elegido que traerá la luz a un mundo bañado por la oscuridad.

LA PROCECÍA DEL DRAGÓN
«Como todo lo que nace»
«Todos los mares, todos los pactos, todos los ciclos nacen heridos de muerte. Y lo mismo será con la soberbia».
«Durante largo tiempo bajarán ríos de dolor por las montañas y los abismos huirán al galope. Lo que vuela caerá y lo que repta será grande».
«Y será cuando el fuego y el agua den mil giros».
«El corazón del mundo sufrirá cuatro golpes. El primer golpe será por fuego, el segundo por cadenas, el tercero por enfermedad. El cuarto será a causa de bodas inmundas que unirán lo que no debe unirse».
«Elegido será el que duerma en el nido del dragón y despierte en la casa del hombre».
«El que distinga el contorno del viento y entienda las Sagradas Lenguas»
«Elegido será el que confíe en la muerte».

Las llamas devoran los restos de la aldea, el olor a carne quemada, sangre y herrumbre comienza a extenderse. Los signos de lucha son evidentes. No hay supervivientes. Otra aldea masacrada, más vidas perdidas. Casi a caído la noche, y las llamas iluminan el paisaje, un paisaje desalentador, triste, cargado de dolor. La brisa agita las ascuas, e impulsa el olor calcinado de la madera, los edificios crujen bajo la inclemencia de la lucha librada hace apenas unas horas. Bhezar y Reinarz permanecen cerca, observando sobre un saliente los restos de otra aldea masacrada por las fuerzas impías que azotan estas tierras.

La exploradora avanza entre la espesura, guiada por su compañero, aquél que fue enviado para guiarla a su destino. La noche se aproxima lentamente, bañando el paisaje de todos ocres y anaranjados. Algo parece agitar los árboles, el cuervo eleva su vuelo, y se pierde entre las copas de los árboles. Un aroma familiar asalta los sentidos de la joven, se trata del olor de la muerte, la sangre derramada, las llamas que lo consumen todo a su paso. El corazón siente el dolor, sabe que algo azota estas tierras, lleva días escuchando el rumor de una hueste que arrasa todo a su paso. Su camino la ha conducido hasta aquí, siguiendo al cuervo que ha de llevarla hasta la Reina de la No Vida, la señora de la muerte, quien iluminará su senda.

Sigo el vuelo del cuervo con la mirada preguntándome que habrá captado su atención. Camino con sigilo en la dirección de la que viene el olor que arrastra el viento. No se oye ruido de batalla, sea lo que sea lo que ha ocurrido parece haber terminado, aun así me acerco con precaución.

-Si nada detiene este mal que se propaga por Harkenwold, pronto este bosque sera´una tumba. - desciendo lentamente por el camino hasta alcanzar los restos de la aldea. Observo a mi alrededor cadáveres humanos, y restos de criaturas no muertas. -El nigromante que dirige esta hueste de no muertos no hace distinción. ¿Aun crees que la Reina cuervo tiene las respuestas? - pregunto a Reinarz mientras observo apenado los cadáveres de una mujer y su hijo abrazados y envueltos en llamas.

Contemplo el desolador paisaje, mientras las llamas lo consumen todo. Bhezar desciende hasta la aldea. - La anciana me dijo que la buscase, a la mujer del cuervo, a la que los humanos conocemos como Reina Cuervo. ella esta en contra de la nigromancia utilizada para este fin. Es una deidad joven, pero sabia y dispuesta a escuchar.- observo las cenizas y el humo ascender hacia el cielo que poco a poco se oscurece.- Esas fueron su palabras Bhezar.- digo recordando lo que me dijo la noche en que nuestra aldea fue atacada.- Sigue al cuervo, el te conducirá hasta la verdad. Dijo - entonces, como si hubiese escuchado lo que he dicho, como si hubiese estado esperando el momento preciso, un cuervo vuelva cerca mía. Revolotea ligeramente a mi alrededor y se posa sobre unas ramas cercanas. Me observa, estudiándome. Puedo ver en sus ojos una sabiduría e inteligencia más allá de la comprensión animal. Incluso me hace parecer torpe, poco inteligente. Escudriña mi alma, espera mi decisión, observa mi determinación. - Debemos seguir al cuervo, Bhezar.

Me giro para observar a Reinarz. -¿Al cuervo, a que cuervo?- digo mientras observo como el joven muchacho ya ha comenzado a seguir a un cuervo que solo los dioses saben de donde demonios ha salido.- Espera muchacho, no sabemos que hay oculto entre los árboles.- digo mientras me apresuro a seguirlo.

Apenas espero para ver la reacción de Bhezar. En cuanto el cuervo comienza a volar, un extraño impulso me apela a seguirlo. La ave se interna en el bosque, la sigo. EL cuervo se detiene lo suficiente para asegurarse de que lo sigo. Me esta guiando hacia algo, me conduce hasta algún lugar. -Vamos Bhezar.- le grito a mi compañero mientras corro tras el cuervo.

Oigo los pasos de alguien que corre en mi dirección, me oculto entre la maleza con el arco preparado para ver de quien se trata, instantes después mi guia alado aparece en escena seguido de un hombre. Observo lo que ocurre curiosa. El cuervo, el mismo que me conduce hasta la Reina Cuervo, se asegura de que ese hombre lo siga. Miro fijamente al ave, al poco tiempo de comenzar nuestro viaje descubrí que era capaz de comunicarme con el, como si de alguna forma nuestras mentes estuvieran unidas. ¿Quién es él? ¿Por qué quieres que te siga?, le pregunto.

Sigo al cuervo, hasta una zona espesa. Se detiene sobre unas ramas y permanece inmóvil, observándome, traspasándome con esos ojos llenos de sabiduría e inteligencia. Me detengo observándolo, hasta que un escalofrío en mi nuca me hace ponerme en guardia. Noto una presencia, una amenaza que me acecha desde la espesura. Deslizo mi mano hasta la empuñadura de mi arma, despacio y con cautela, para evitar que se den cuenta. El cuervo me mira con expectación, casi puedo sentir como me pone a prueba. Los pasos de Bhezar se aproximan. Debo advertirle del peligro.

Te niegas a contestar ¿eh? El cuervo mira en mi dirección. En serio ¿ahora vas a delatarme? , maldito pájaro, ¿ya te has aburrido de mi compañía y me has sustituido? No entiendo por qué quieres que él te siga a menos que también busque a tu reina. Niego con la cabeza refunfuñando, es estúpido mantener una conversación en la que sólo hablo yo, está bien tu ganas vamos a ver que te propones. Guardo el arco con cuidado y salgo despacio de detras de un árbol. - No se quien parece más interesado en quien tu en el cuervo o el en ti. ¿Que es lo que quieres del cuervo?

En cuanto escucho que alguien o algo sale de la espesura, me dispongo a desenfundar mi espada, pero me quedo a medio camino al ver a la hermosa y joven mujer que se muestra. Sus palabras no parecen hostiles, ni su actitud.
- En realidad, creo que es el quien me ha traído hasta aquí. Quería que... es...lo sigo porque debo hacerlo.

Me apresuro a seguir al muchacho, corriendo entre la espesura del bosque. Cuando casi lo he alcanzado, escucho la voz de una mujer. Me detengo y camino despacio, escuchando las palabras de Reinarz. Permanezco oculto entre los árboles, observándolos a ambos y alerta.

Sonrío ante la respuesta del hombre, la verdad a mi también me habría resultado difícil he incómodo explicar que un cuervo quiere que le siga sin que piensen que estoy loca. Me dirijo a l ave y le hago un gesto pidiéndole seguir nuestro viaje. - Parece dispuesto a seguirte, continuemos entonces. Todavía queda un largo camino. - Miro los árboles a mi alrededor - ¿Estas solo? - Pregunto al hombre.

¿Ha hablado con el cuervo? Me pregunto si la ha entendido. ¿Quien es esta mujer?
- En realidad no, estoy con...un amigo, o debería decir un mentor. - miro a mi alrededor, había olvidado que Bhezar venía tras de mi. ¿Donde esta? Durante una fracción, temo por su seguridad ¿Estará bien? ¿Y si hay muertos aún en el bosque?

No aguardo más, al escuchar a Reinarz decir que no está solo, me dejo ver, saliendo de la espesura.
-Mi nombre es Bhezar. ¿Quien sois vos? - pregunto a la mujer mientras me acerco a Reinarz.

Observo al recién llegado, ¿cuánto lleva ahí escuchando? En realidad eso ya no importa, lo importante es salir de este lugar y retomar mi viaje. - Debo suponer que tu eres su mentor e imagino que también vendras con nosotros. - Digo esperando que el cuervo emprenda el vuelo. - Mi nombre es Rozalia.

- Bueno, eso depende de a donde te dirijas. No se si comparto el interés de mi pupilo por seguir a ese cuervo. - miro a Reinarz, a pesar de las palabras de la anciana, no descarto que esto podría ser una trampa. - ¿Que te trae a estas tierras? ¿Cual es tu destino?

-Buscamos a la Reina Cuervo. Alguien me advirtió y me dijo que siguiese al cuervo para encontrarla. Necesitamos hablar con ella. Algo esta asolando estas tierras. La muerte camina por Harkenwold arrasando cada aldea, pueblo o campamento que encuentra. Los no muertos están convirtiendo este lugar en un hervidero de muerte. Solo la ayuda de la diosa puede ayudarnos. Eso es lo que me dijeron. Mi nombre es Reinarz. - digo poniendo una mano sobre el hombro de Bhezar - Debemos ir con ella.

Es evidente que Reinarz lo tiene claro. Su determinación en este asunto es asombrosa. Sin duda, lo que me dijo la anciana antes de que partiésemos y encontrase la paz, es cierto. Su determinación y su voluntad son firmes. Sobre este muchacho recaerá un peso y el destino de muchos. Su sino es conseguir algo grande. Debo ser fiel a mi juramento y seguir a su lado. Me necesitará.
-Si es lo que quieres, la acompañaremos. - digo posando mi mano sobre la suya y con un gesto de aprobación. -También sigues al cuervo, eso es evidente. ¿Buscas a la Reina Cuervo?

- Sí, también la busco a ella, necesito su ayuda con un asunto personal.- El cuervo alza el vuelo como si fuese consciente de que ya hemos tomado la decisión de seguirlo. - ¿Sabéis a que se debe la aparición de tantos no muertos? - Pregunto mientras echo a andar.

Sigo a la muchacha, junto a Bezhar. - No. Lo único que sabemos es que hay un nigromante detrás de esto. Parece que están buscando algo o a alguien.

- ¿Habéis tenido ya algún encuentro con ese nigromante? - Me pregunto si ese nigromante es la razón por la que buscan a la reina cuervo.

-No. Afortunadamente. - digo mientras sigo a ambos entre la espesura.-¿ese cuervo te guía hasta ella?

Sigo al cuervo con la mirada. - Si, él es uno de sus siervos, uno de sus guías. Aunque ahora tengáis algunas dudas poco a poco os daréis cuenta de que no es un simple animal.