La Isla de la Muerte

Los hermanos Cian y Kadim, dos jovenes sylvain que han sido marcados por el destino. Kadim es la Elegida de la Luz, y la encagada de velar por que la luz no se extinga en Gaia, Cian, quien quiere a su hermana por encima de todo viaja con ella para protegerla del mal que le aguarda tras cada paso que la acerca mas a su destino.

Los jovenes hermanos partieron hace algunos días hacia la isla de Zannibar, un lugar maldito y donde la vida no puede existir. Su mision los lleva alli, pues la joven Kadim debe hacerse con algo que mora en el interior de un laberinto olvidado, no muy lejos de la costa.

Mientras salgo de la zona de camarotes, me ajusto la capa para protegerme del frio, observo la cubierta en busca de Kadim, una vez la he localizado me acerco a ella y le paso el brazo por los hombros para reconfortarla.
- Tranquila, veras como todo sale bien, yo cuidare de ti - digo en tono fraternal.

Me giro para observar a mi hermano y contemplo su expresión para saber lo que siente.
- Nunca se te dio bien mentir - digo mientras aprieto su brazo con cariño - quizas deberias ser tu quien deberia oir tus propios consejos. No me cabe duda de que saldra bien, pero seguro que sera peligroso y duro.

Mientras observais el horizonte, a lo lejos podeis ver una enorme isla roja como el fuego y sobre la que se extiende una nube negra que anuncia una tormenta abrasadora que parece no llegar jamas. La sensacion a muerte y peligro, asi como la inmensa oscuridad que proviene de la isla os hiela los corazones.

Siento un malestar, e incoscientemente, abrazo a mi hermano Cian.

- Tranquila, yo tambien lo percibo, pero debemos ser fuertes ahora - aprieto el cuerpo de mi hermana contra mi para darle seguridad. - El destino nos tiene deparado una mision aun mayor que penetrar en esta isla de la muerte.

Mientras la sensación de desasosiego os inunda, el navio llega poco a poco a las proximidades de la isla. El barco se detiene a varios cientos de metros de sus costas y el capitan os explica que no tienen intencion de aproximarse mas. Un bote os aguarda a ambos para que desembarqueis en Zannibar.

Recojo nuestro equipo de viaje mientras contemplo a Kadim... Espero estar a la altura. esa isla, ¿por que alli? Mientras no dejo de pensar en ello, y una vez hemos subido al bote, comienzo a descender hasta tocar agua.

Miro a Cian, ¿que pasara por su mente? ¿estara bien? Acepto ser mi guardian para protegerme, pero seguro que no esperaba que la mision inicial, La Prueba, fuera en este lugar.
Cojo mi colgante con fuerza, el legado de mi madre, mi único recuerdo de ella.
"Protegenos"

El oscuro cielo sobre vuestras cabezas amenaza con desencadenar en una fuerte tormenta. El ambiente, lejos de ser frio, os resulta asfixiante y agotador. El bote se aproxima a la costa de Zannibar pausadamente, dando la sensación de que el tiempo se relentiza a medida que os acercais a la isla.

Observando la costa de la isla, decido asegurar nuestra llegada, concentrando mis energías. La magia fluye en mi interior, dejando que mi poder surja en forma de un Espía de Luz, que envio a la costa pera ver que hay esperandonos en ella.

Nota: Realizo el hechizo Espia de luz a grado Base, tardo 3 asaltos en acumular el zeon necesario.

Mientras siento como la mágia fluye a mi alrededor, pero segura de que se trata de algun conjuro que Cian esta realizando, comienzo a concentrarme, despejando mi mente de preocupaciones y haciendo un repaso sobre todo lo que recuerdo de Valefor.

Cuando el espía llega a la costa de Zannibar, percibes un ambiente cargado de muerte, algo sobrenatural resulta asfixiante para la vida y la mágia. El espia comienza a debilitarse.
Mientras el bote se aproxima poco a poco hasta la orilla, en unos minutos podreis desnbarcar a las costas de la mortífera isla.

- La costa ya esta cerca. - digo mientras me preparo para desenbarcar.

- La isla parece estar cargada de muerte, la resonancia de la destrucción que origino Rah con su maquina es muy fuerte en este lugar. La magia y nuestras habilidades se veran muy debilitadas Kadim. Procura no recurrir a ellas mas de lo necesario.
Una vez el bote esta cerca, lo amarro a las rocas cercanas y ayudo a mi hermana a desenbarcar, siguiendola de cerca y con mi mano sobre mi espada. Oteo los alrededores, en busca de un sendero o Cie´l no lo quiera, algun peligro.

Nota: Mantengo el espia mientras aun pueda, para que avance delante nuestra y me sirva de referencia para trazar la ruta hasta el Laberinto.

Cuando vuestros pies entran en contacto con la superficie de la isla, notais como vuestro cuerpo e incluso vuestra alma se debilita. Una sensacion asfixiante os envuelve, como si algo tan vital como el aire os faltase.

Nota: Haced una tirada de RF

Notando el malestar que porvoca la isla, y como debilita la magia y el espititu, me acerco a Kadim, mientras desenfundo mi espada. ¿Podría algo subsitir aqui?.

Nota: RF 45

El miembro 'Nerelas' ha efectuado la acción siguiente: Lanzadados

'D100' : 52

Mientras avanzo con calma, observando el entorno, tratando de percibir o vislumbrar un camino que nos lleve al laberinto, noto el malestar que produce esta tierra baldia.

Nota: RF 40

El miembro 'Nerelas' ha efectuado la acción siguiente: Lanzadados

'D100' : 30

Avanzais por el sinuoso sendero que se extiende desde la costa y penetra en las profundidades de Zanibar. Kadim comienza a sentirse bastante debil, mientras que Cian solo nota un ligero malestar y una sensación de peligro en las proximidades.

NOTA: Kadim esta en estado de Debilidad ( -1 A todas las caracteristicas físicas durante 1 hora)

Sintiendome algo debilitada, comienzo a andar con dificultad, asfixiada por la calor y el malestar. Durante unos segudos, pierdo el equiibrio, aunque no llego a desmayarme, si me agarro a las calientes rocas cercanas para recuperar el sentido.

- ¿Estas bien? - pregunto mientras me acerco a ella todo lo rápido que soy capaz. - ¿Notas la debilidad que produce esta baldia isla verdad?

Asiento con dificultad.
- Si, este lugar esta cargado de muerte y desesperanza. Debemos darnos prisa. Me empiezo a sentir debil. - Digo mientras me incorporo y reanudo la marcha.

El camino es angosto y sinuoso, lleno de enormes desfiladeros y pasos de montaña, el calor es asfixiante y el cielo sigue comompletamente gris, sin que la inminente tormenta llegue jamas. Durante varias horas avanzais sin descanso, soportando la penuria y la oscura sensacion que porvocan la estancia en la isla.