L a Oscuridad de los Templarios

Es aquí donde Alucard, Brianna, Fiala y Nolan proceden con su viaje a través de la oscuridad. Buena suerte.

Me acerco a las piedras del muros, hay algunas que están sueltas. Las presiono ligeramente, y siguiendo un extraño e inconexo orden. En pocos segundos, tras presionar la última, los adoquines parecen moverse, revelando una abertura pequeña, pero suficiente para que una persona de tamaño y complexión media, puede atravesarla. Soy el primero en entrar.
- Gracias a todos por acompañarme, y bienvenidos a la Oscuridad de Americh.

Paso por la abertura tras Nolan, mientras avanzamos noto como el ambiente se vuelve más frío. - ¿Sabes donde está el laboratorio?

Espero a que hayan pasado los tres para hacerlo yo. Antes de entrar y aprovechando la intimidad que me proporciona la penumbra, me quito con cuidado el colgante y lo guardo lo más discretamente que puedo. Después entro por la abertura siguiendo a Alucard.

Aunque indico a Brianna que pase primero, me deja claro que desea pasar después de mi. Atravieso la abertura y contemplo el lugar en el que estamos. Es más que evidente porque la llaman La Oscuridad. Los altos edificios, tejados y nubes de contaminación natural y mágica, evitan que se filtre la luz solar. El lugar esta en una constante penumbra, y cargado de energía mística, palpable para cualquiera. Además el ambiente está enrarecido y hay una neblina extraña.
- Deberíamos estar lo menos posible aquí. La exposición a este ambiente. dicen, que es capaz de mutar a la gente, si se hace de forma prolongada.

Estoy un poco mareada. Ver tantos edificios altos tan juntos privando de luz la zona me resulta claustrofóbico, más cuando he vivido toda la vida rodeada de zonas amplias y naturaleza. - ¿A qué tipo de mutaciones te refieres?

- No estoy seguro, pero cuentan que el alma, el cuerpo y la mente puede mutar y transformarse. Este lugar esta contaminado místicamente. No todos los habitantes han sufrido de este mal, pero mejor no correr riesgos innecesarios. - Camino junto a Nolan. - ¿Tienes alguna idea de donde esta el laboratorio de Magnus?

Antes las preguntas de Fiala y Alucard. Me detengo brevemente para orientarme.
- Según lo que he podido averiguar, esta cerca del norte de la Oscuridad. Lo difícil aquí, es saber donde esta el norte. Olvide traer una brújula, y... bueno, eso no ayuda. - comento señalando al cielo oscurecido por edificios y nubes.

- Si tuviese un imán podría improvisar una, pero no creo que ninguno de nosotros dispongamos de uno. - Digo encogiéndome de hombros. Observo a mi hermano esperando a que decida que dirección tomar.

- Cuando la lógica falla, y los medios no ayudan, hay que seguir la intuición. - digo mirando a Brianna y arqueando las cejas varias veces, mientras me observa expectante.

Aunque intento aguantarme no puedo evitar comenzar a reír. Es una risa de alivio, sincera y alegre. - No imaginaba que fueses así de gracioso, has puesto una cara muy divertida. - Sigo riendo. Toda la tensión retenida durante todo este tiempo se va de golpe. - Pensaba que serias más serio, no me esperaba este sentido del humor.

- Si, Nolan es todo un payaso cuando se lo propone. -digo mirando a Brianna y al propio Nolan, mientras poso mi mano en mi frente. - Guíanos con tu "intuición"

- Veamos cuan intuitivo eres. Si te falla siempre puedes recurrir a mí - digo recordando nuestra conversación de antes. - Te recuerdo que yo también soy muy intuitiva.

Intento orientar el norte. PER 16

El miembro 'Fiala' ha efectuado la acción siguiente: Lanzadados

---

'D10' : 7

Consigues orientarte, ya que tu carencia de visión, ha acentuado tus sentidos, y sumado a tu sobrehumana percepción, hacen que percibas la dirección correcta.

-Bien, sigamos la intuición, haber donde nos dirige. - digo mientras comienzo a andar hacia el Sur.

- Pues de momento tu intuición te está tomando el pelo, ese es el sur. - Le cojo del brazo y tiro de él hacia la dirección contraria. - Qué harías sin mí. - Digo burlona.

Me dejo guiar por Fiala. Y comienzo a caminar en la dirección que me indica.
- Seguramente dar algunas vueltas por la oscuridad. - digo entre risas.

- Tu y tu inigualable sentido de la orientación. Con sol o sin el, estrellas o no, te orientas de pena. - digo mientras avanzo con ellos, indicando a Brianna que nos siga. con un gesto.

Les sigo por las callejuelas de la Oscuridad divertida por los comentarios y reacciones que tienen, parecen conocerse de toda la vida, incluso Fiala, quien como yo no hace mucho que se ha unido a ellos. Debería hacer lo mismo, relajarme y actuar con naturalidad sin pensar el lo que pueda pasar, viendo la personalidad de Nolan seguro que he estado exagerando.

- Estoy convencida de ello, por suerte para ti te he encontrado antes de que eso ocurra. - De vez en cuando me detengo para asegurarme de que voy en la dirección correcta. - Vosotros sois templarios, y tú Brianna ¿a qué te dedicas?

-En Pristina no me dedicaba a nada de manera oficial, a veces ejercía de cazadora, o ayudaba con los animales porque se me da bien tratar con ellos y en alguna ocasión también preste ayuda a los montaraces de Elna. - Cuidar de mi madre requería mucha atención y tiempo. - Tenía asuntos personales que atender y eso me dificultaba poder prosperar en algún oficio, pero creo que mereció la pena. - El recuerdo de la muerte de mi madre todavía duele.

-¿Vivías en Prístina? - comento mientras trato de orientarme - ¿Que te ha traído tan lejos? Esto esta algo alejado de los bosques y valles de tu país.

- Es un tema bastante delicado, cerca de un año hice una promesa a alguien muy importante para mí. - durante un momento me quedo pensando en cuales serían las palabras adecuadas, no veo ninguna forma fácil de decirlo. - Prefería esperar a salir de aquí para hablar de esto. - Tomo aire para calmar los nervios. - Llevo buscándote desde que salí de Prístina. Siento poner tu vida patas arriba, de verdad que no es mi intención. - Saco la carta y la tiendo para que la coja. - Léela cuando estés preparado, después de hacerlo responderé a todas las preguntas que tengas o al menos lo intentaré.

Me detengo en seco al escucharla. ¿Me estaba buscando a mi? ¿Una promesa? ¿Una carta para mi? ¿De quien? Recojo la carta, se trata de una hoja de enrollada y con un suave lazo morado. Tomo aire.
-¿de quien es la carta?

- No debería decírtelo, en la carta lo explica. - La pena por los recuerdos se refleja en mi rostro. - Uno de sus mayores miedos era que si llegaba a encontrarte no quisieras saber nada de... esta persona, y no leyeses lo que tenia que contarte. Si te digo quienes y resulta tener razón, sentiría que le he fallado. Así que lo siento, tendrás que averiguarlo tú. - Miro a mi hermano a los ojos. - No nos conocemos y no sé como eres, pero me gustaría tener la oportunidad de conocerte. Espero que no me odies por esto.