Cole MacGrath

Hoy hace un día estupendo, el sol brilla intensamente, la temperatura es ideal. Es uno de esos días que merece la pena salir a la calle. Mientras camino hasta la oficina de paquetería pienso en lo bien que estaría poder descansar un día como hoy y practicar algún deporte.
Cuando llego a la oficina reviso mi taquilla y cojo el paquete que han dejado para que lo entregue. Lo meto en mi mochila y salgo a la calle. Me dirijo al centro practicando Parkour, para llegar más rápido y mantener la forma.

Avanzas con rapidez por las calles de Ciudad esmeralda. El destino de tu paquete es la zona comercial de la ciudad, Royal Hill. Para llegar allí tendrás que coger alguno de los medios de transporte habituales de la ciudad, ya que a pie tardarías demasiado en llegar.

Voy a la parada de metro más cercana, parando antes a comprar una cafe en el Starbase y algo de comer. Tras esto, subo al primer metro que llegue con destino a Royal Hill, o lo más cerca posible de esa zona.

Coges el metro y te bajas bastante cerca de Royal Hill, pero aún te queda un pequeño paseo a través del centro para llegar a tu destino.

Haciendo uso de mi habilidad de callejeo y mis dotes atléticas, me dirijo hacia la dirección de la entrega lo más rápido que puedo. Mientras en mi Ipod escucho algo de Break Dance.

Por fín llegas al lugar de la entrega, donde la recepcionista recibe el paquete, paga los costes y firma el formulario de entrega.

Tras entregar el paquete y antes de volver a la oficina de paquetería, pido un café y unos gofres para tomar de camino.

Los ruidosos sonidos palpitantes de una explosión y cristales rotos, junto con el golpe de choques acompañan a todos sin previo aviso. En cuestión de segundos, una extraña nube de niebla plateada cubre el área circundante. Del mismo modo que el pánico y la histeria están a punto de apoderarse de todo el mundo, la nube comienza a girar sin ningún evidente susurro de viento. Se desata sobre sí misma en una masa ciclónica, descargando lo que parecen ser relámpagos azulados tanto dentro de sí como hacia el exterior en torno a la vecindad inmediata. Uno de estos rayos te golpea con violencia, haciendo que salgas despedido contra un edificio cercano, que se desploma con el impacto de otro edificio.