¡Compartiendo aficiones!

Para Kristel
Al poco de estar esperando en la lancha, ves como un joven alguien sube a la superficie y es ayudado por el instructor a subir a la lancha.

Para Gundala
Cuando subes a la superficie el instructor te ayuda a subir a la lancha, donde puedes ver a una preciosa joven que espera.

Quien paga todo el tinglado, se refiere al dueño de la empresa - digo mientras me meto en el traje de neopreno y observo como ayuda a alguien a subir - así que este es el caso excepcional

-Hola, Sam- digo presentandome a la preciosa chica de la lancha.- Tu debes ser la otra buzo aficionada.- digo con una sonrisa encantadora y guiñandole un ojo.- No es muy común que alguien dedique tiempo entre semana para estas cosas. ¿no crees?

Kristel, encantada - digo subiendo la cremallera del neopreno - tienes razón no es muy común pero a mi me gusta más así, al no haber tanta gente en la zona uno puede disfrutar más de lo que hay ahí abajo - digo acercandome a él con una sonrisa - que tal abajo ya que vienes de ahí

- La cosa está interesante, pero estaba pensando en sumergirme a más profundidad. ¿Sería muy atrevido invitarte a comer luego?- digo con una sonrisa encantadora y una mirada sincera.- Me ha agradado conocer a alguien con la misma afición que yo.

A más profundidad, cuánto has bajado - digo con curiosidad - es verdad que no es muy común encontrar a gente con esta afición, es una afición que no todo el mundo se puede permitir - me acerco a las bombonas de oxígeno para comprobar que todi esta bien antes de bajar - bueno puede que si sea un poco atrevido, no te conozco, podrias ser un psicópata o también podría serlo yo - le lanzo un guiño y se me escapa una risa - ¿eres un psicópata? - le digo intentando aguantar la risa

- ¿Si fuese un psicópata crees que te lo diría?- digo mientras la ayudo a revisar el equipo y a prepararse.- Bueno, parece que todo esta bien, ¿bajamos?

Os sumergis durante un buen rato, disfrutando de la fauna y flora marina. Tras un tiempo considerable, subis nuevamente a la superficie, y el instructor dirige la lancha hacia el puerto.

Me cambio de ropa y me siento para disfrutar de aire fresco y del sol - ha estado muy bien, lo echaba de menos - digo respirando satisfecha, cerrando los ojos y acomodándome en el asiento - vienes muy a menudo por aquí

- Intentó hacerlo al menos una vez a la semana.- digo mientras me cambio.- ¿Y tu? ¿Por cierto, que hay de esa invitación de antes?

¿Yo? No tanto como me gustaría, no suelo tener mucho tiempo libre y no es una afición precisamente barata - digo frotando los dedos índice y pulgar - llevo ya un par de mese sin venir, sobre la invitación la acepto pero es posible que después yo te pida algo y no podrás negarte, ¿aceptas el trato? - le diho divertida

- Valla! una chica exigente.- digo con una amplia sonrisa- Ok, acepto- tras esto le hago un gesto para que me siga al coche.

Le sigo hasta el coche, el día esta resultando más interesante de lo que esperaba, he disfrutado de una de las cosas que más me gustan, he conocido que comparte eso conmigo y que es bastante agradable, la verdad es que estoy contenta y se me nota - entonces trato hecho, y donde vamos

- Conozco un restaurante fantástico en Royal Hill.- digo mientras subimos al coche. Tras arrancar, me dirijo a esta zona de la ciudad.

Los ruidosos sonidos palpitantes de una explosión y cristales rotos, junto con el golpe de choques acompañan a todos sin previo aviso. En cuestión de segundos, una extraña nube de niebla plateada cubre el área circundante. Del mismo modo que el pánico y la histeria están a punto de apoderarse de todo el mundo, la nube comienza a girar sin ningún evidente susurro de viento. Se desata sobre sí misma en una masa ciclónica, descargando lo que parecen ser relámpagos azulados tanto dentro de sí como hacia el exterior en torno a la vecindad inmediata.
Tanto la explosión como los rayos desaparecen y comienzan a disiparse antes de que alguien (vosotros incluidos) puede llegar a la escena, dejando a muertos y heridos como la preocupación más inmediata. Las multitudes entran en pánico y las carreteras irremediablemente quedan atascadas dejándoos disponibles para tratar a los heridos críticos y al desastre dejado por el extraño fenómeno.

Maldita sea que ha sido eso - digo con la cara pálida - que desastre, hay que hacer algo no podemos dejar a esa pobre gente así, necesitan ayuda - digo cogiendo mi móvil para llamar al hospital e informar a mis compañeros para que se movilicen

- Tienes razon. Mientras llamas a urgencias, voy a salir haber si alguien necesita una mano.- digo mientras bajo del coche y miró en la dirección en la que se ha producido ese extraño fenómeno.

Utilizaré el manos libres mientras espero a que Sara coja el teléfono e iré contigo por si necesitas ayuda - digo cogiendo el manos libres, conecto el bluetooth y me lo pongo en la oreja - y por si te lo preguntas, Sara es la jefa de las unidades móviles de urgencias, se que hoy estaba de guardia

Escombros, coches que han chocado contra otros coches, muros o contenedores. Heridos, fuegos y la histeria generalizada de todas las personas que están en las inmediaciones. ¿Que haceis? Pasad a Jinetes en la Tormenta para explicarlo.