Introducción

A mitad del siglo XXI, en una sociedad dominada por las corporaciones,
la vida de los ciudadanos no vale nada. Los medios de comunicación
son la máxima expresión de una humanidad enferma
que se regocija con el sufrimiento ajeno, y las mayores aberraciones
se vuelven cotidianas.
Cada noche, la totalidad de la población, desde los guetos marginales
a las comunidades más ricas, se sienta ante el televisor para
ver la última moda en concursos mortales: Marte eXtremo, una
cacería de horrores mutantes en un entorno salvaje e inhóspito. El
negocio y entretenimiento defi nitivo: apuesta tu vida y consigue
el premio gordo.
Marte eXtremo es un reality show de máxima audiencia en el que
los concursantes se juegan la vida a cambio de fama y dinero, una
competición en la que podrán conseguir grandes premios gracias
a las puntuaciones que los espectadores den a los desafíos que
superen y a los mutantes que cacen. Y es que la realidad en Marte
en la segunda mitad del siglo XXI es una fauna y fl ora mutante de
pesadilla creadas por la soberbia del hombre.

Cómo pasó
En la primera mitad del siglo XXI, las expectativas de colonizar Marte
para combatir la superpoblación de la Tierra se volvieron un factor
difícil de ignorar. No obstante, debido a su coste, solo algunas corporaciones
podían afrontar el gasto. Para este capital privado era
necesario obtener rentabilidad: querían benefi cios. Vender billetes
a precios prohibitivos para una nueva vida en un paraíso, sin contaminación
ni superpoblación, parecía un negocio redondo.
Dos fragmentos de hielo de dimensiones colosales provenientes
de Europa, el satélite helado de Júpiter, fueron puestos en la órbita
marciana y volatilizados con misiles de plasma. Como resultado,
el planeta rojo adquirió una atmósfera rica en agua cuya temperatura
aumentó considerablemente. Se llegó a la conclusión de
que, para proporcionar al planeta unos ciclos climáticos regulares
y enriquecer su atmósfera con oxígeno, era necesario conferirle
un hábitat rico en fl ora y alguna fauna polinizadora. Se recurrió al
llamado Compuesto Darwin, un prodigio bioquímico que proveía
a cualquier forma de vida de la capacidad de realizar saltos evolutivos
de millones de años en unas pocas horas.
Siete meses después de la llegada a Marte de una sonda con
muestras de ADN terrestre y treinta y tres litros de Compuesto
Darwin, el planeta rojo era un hervidero de vida. Densos bosques
y junglas, innumerables lagos y bestias mutantes de proporciones
gargantuescas se habían adueñado del planeta y lo habían
hecho extremadamente peligroso de habitar.
Las corporaciones responsables de la inútil terraformación de
Marte decidieron buscar de nuevo rentabilidad al proyecto: convirtieron
el planeta rojo en un gigantesco plató de televisión para
celebrar un arriesgado concurso en el que sus participantes dieran
caza a bestias mutantes delante de las cámaras. Así fue como
nació La Cadena, una emisora de televisión respaldada por los
grandes capitales y cuyo programa estrella, Marte eXtremo, pronto
se convirtió en un referente mundial del ocio y entretenimiento
de todos los ciudadanos. Patrocinado por una campaña publicitaria
masiva y numerosos productos asociados, no solo pasó a ser el
favorito de la audiencia, sino que se volvió una piedra angular en
la cultura terrestre de mediados del siglo XXI.