JAWAS

Los jawas son una especie nativa del planeta Tatooine, aunque también se los encuentra en planetas donde puedan encontrar chatarra para vender como Raxus Prime y forman una rama evolutiva de los kumumgah.

Se desconoce el verdadero aspecto de estos hombrecillos de un metro de altura, pues siempre han usado largas túnicas con capucha para protegerse de los dos ardientes soles de Tatooine. Su lenguaje consiste en un sistema de chirridos de difícil comprensión.

Se transportan en gigantescos vehículos llamados Reptador de las Arenas. En los cuales había un promedio de 300 jawas que forman un clan. Son un tanto cerrados en cuanto a su organización .

Pueden ser considerados carroñeros de chatarra ya que, por su ubicación, Tatooine es un planeta en que muchas naves colisionan y quedan olvidadas, lo que aprovechan para remover aquellas partes que puedan serles útiles para vender o intercambiar. Los jawas son una especie recolectora de desperdicios y droides que se encuentran. Escrutan los desiertos en la busca de pedazos de metal y piezas mecánicas que se pueden reparar y vender. Cuando ven un droide extraviado no pierden la oportunidad de apropiárselo para revenderlo o quitarle piezas vitales para componer otros droides.

Los jawas forman parte de la economía del planeta, además que ayudan al reciclaje de productos mecánicos. Conectan núcleos de viviendas en las comunidades humanas distantes entre sí. Debido a que no pueden entrar con sus reptadores de las arenas a lugares muy poblados, utilizan los rontos que han logrado domesticar.

Los Jawas son fácilmente identificable por sus tradicionales trajes encapuchados marrones, brillantes ojos amarillos, pequeña estatura y agudo y rápido lenguaje llamado Jawaese.
Con el estudio de cadáveres y esqueletos que permanecen, Xenobiólogos de familia Baobab descubrieron que los Jawas son flacos, criaturas como roedores, con caras encogidas y ojos amarillos.[1] Estudios confusos sugieren que los Jawas y los Tuskens, dos especies nativas de Tatooine originalmente evolucionaron de la misma especie extinta, el Kumumgah[2] como los dos tienen rasgos genéticos comúnes, mientras que otra investigación sugiere que los Jawas se originaron de los humanos. Debido a su naturaleza tímida y su poco interés, sus orígenes exactos son desconocidos.

Las caras de los Jawas permanecen oscurecidas por una cubierta de paño, para conservar la humedad, ocultar su identidad y disipar el calor de su cuerpo. Preciosas y pulidas piedra anaranjadas son encajadas dentro de la tela para proteger la visión sensible de los Jawas contra la luz del sol.[1] Los Jawas eran renombrados por su increíble y potente olor, el cual como muchas especies encontraron como insoportable. Sin embargo, para los Jawas, este hedor contenía mucha información tales como la identidad de otro Jawa, salud, clan al que pertenecía, la última comida, madurez e incluso su humor.[3] Su hedor era compuesto por soluciones extrañas que los Jawas se las esparcían por su ropa para conservar la humedad, y su punto de vista de bañarse era el desperdicio de preciosa agua, lo cual atrajo oleadas de insectos para reunirse en las hendiduras de sus maderas.[4] Jawas evolucionar muchas formas de sobrevivir, tales como visión nocturna, un fuerte sistema de inmunidad. El cuerpo normal de un Jawa tiene una temperatutra de 46ºC (116 F) lo cual resultó en un alto metabolismo y en un eficiente sistema digestivo que puso todos los nutrientes necesarios del Jawa dentro del hubba gourd.