La Taberna de la Canción Élfica

La planta baja de la taberna de la Canción élfica es un restaurante que sirve comidas copiosas y pasadas de sal, y aperitivos todavía más pasados de sal; para que la gente se pida más bebida, claro esta. Linternas con cristales tintados de azul con llamas que brillan con colores azulados (un producto de Fuegos Artificiales de Felogyr) iluminan el oscuro interior. Varias estrechas y torcidas escaleras llevan desde la sala común hasta varias salas de reuniones en el piso superior las cuales pueden ser alquiladas por horas. Alan Alyth, el atractivo propietario de grises cabellos, os ha conducido a una de estas, por petición vuestra. La sangre semielfa de su madre le ha permitido vivir más tiempo y permanecer con un aspecto más joven que el de los humanos puros de su edad.

Somos conducidos por un semielfo de grises cabellos hasta una de las salas de reuniones de los pisos superiores, hemos pedido una de estas salas, ya que Alan Alyth, el dueño y semielfo que nos acompaña nos lo ha recomendado, al comentarle que deseábamos un lugar tranquilo donde descansar, comer y hablar sin ser molestados.
Una vez que estamos sentados y hemos pedido algo de bebida y comida, cuando Alan sale del reservado para ir a por nuestros pedidos, inicio la conversación:
-Lo que ha ocurrido antes en El Amplio, sin duda ha sido un acto premeditado, la pregunta es quien era el hombre que se enfrento al duque en solitario, y que quería conseguir exactamente.

Este lugar parece bastante confortable, y me sorprende ver que Reinarz acepta la propuesta del dueño de ir a una sala más privada. Escucho su exposición, tras haber pedido nuestras bebidas y comida, y quedarnos solos.
-Quizás, alguna de las personas que nos ha invitado a verlas, sepa algo de esto.

- Kadim tiene razón, la pregunta es cual de ellos tendrá la información que necesitamos. - Me acomodo en una de las sillas junto a la mesa. - ¿Qué vamos a hacer? No sabemos nada de esas personas ni si podemos confiar en ellas.

Me sorprende la determinación de Reinarz, parece muy seguro e inteligente.
- Creo que deberíamos aceptar todas ellas, separarnos para ir a verles y luego volver a reunirnos y debatir lo que averiguaremos.

- ¿Que te hace pensar que tras nuestra reunión volveremos todos a estar juntos? No me malinterpretes, pero nos conocemos de hace minutos.

- Nada, nada me hace pensar en ello, o tener la certeza de que colaboraremos, pero si que creo que todos queremos llegar al fondo de lo ocurrido aquí. Eso es lo que me hace pensar que compartiremos la información obtenida, aunque nada nos ate o vincule a ello.- digo mirándolos a todos, en especial al semiorco.

Observo a los presentes, parece que tras lo sucedido, un vínculo extraño se ha forjado entre ellos. Todos parecen decididos a llegar al fondo.
- ¿Y si no nos gusta lo que averigüemos? ¿Y si somos incapaces de evitar lo que este ocurriendo? - digo con un tono ligeramente oscuro - Al final, después de todo, solo somos simples mortales, y hay fuerzas divinas, mágicas y cósmicas que se mueven a nuestro alrededor. Resulta pretencioso creer que tenemos algo que hacer al respecto.

- Es posible que tengas razón, nadie puede asegurar que conseguiremos evitar lo que esté ocurriendo. Estoy más que segura de que lo que averigüemos no nos gustará, el simple hecho de lo que hemos vivido hace un momento ya es detestable y dudo que agrade a cualquiera de los presentes, incluyéndote a ti - digo a Rhanloo. - No me importan las fuerzas mágicas, cósmicas o los dioses a los que tenga que enfrentar. Crees que soy pretenciosa, bien, pero prefiero mil veces parecer pretenciosa a quedarme de brazos cruzados mientras veo sufrir a la gente a mi alrededor. - Digo golpeando la mesa.

- No deberíamos enfrentarnos entre nosotros, es obvio que todos tenemos opiniones, seguramente muy distintas sobre muchas cuestiones. Nadie dice que debas aceptar, el resto, queremos llegar al final. - digo tratando de lanzar una mirada tranquilizadora a Rozalia.

La reacción de Rozalia me sorprende. Menudo carácter. ¡Me gusta!
- Bueno, calmémonos, todos estamos en el mismo barco. Imagino que solo estabas dando tu opinión, como el resto ¿no?- digo a Rhanloo.

Miro al resto, la tensión se ha disparado. Es evidente que este mago oscuro es cuanto menos "extravagante", sin duda quien parece estar más fuera de lugar. Y juraría que antes utilizo hechizos de nigromancia.
- Cada cual es libre de opinar, pero tratemos de no ofender a nadie, no somos pretenciosos, solo buscamos respuestas. Aun así, valoro tus comentarios y respeto tu opinión.

- El sufrimiento forma parte de la vida.- aclaro mirando a Rozalia. - No soy yo quien se altera, también quiero saber que hay detrás. Pero mantengo la mente clara y soy realista. No trato de enfrentar a dioses, magia ni fuerzas cósmicas. Se y conozco mis limitaciones. - Miro a Cian - Me importa poco que valores mi opinión, pero imagino que lo cortés es darte las gracias.

Si la cosa sigue así pelearemos entre nosotros.
- Debes entender que si debates con otras personas, debes también valorar su opiniones y no ser tan condescendiente. - digo a Rhanloo.

- No te quito razón, el respeto es fundamental, pero creo que solo está siendo sincero. Y yo valoro esa sinceridad, es mejor que te den un puñetazo de frente a una puñalada por la espalda. - los miro a todos - Y ahora que tal si decidimos quienes van a ir a ver a quien.

- Creo que es lo mejor. Todos queremos saber que tiene que decirnos.

- Si, sera lo más sensato. Aparquemos el tema y centrémonos en lo que nos ha traído hasta aquí. - digo apoyando a Yoylin y Karash. - ¿Alguno quiere acudir a alguna cita en particular?

- Creo que yo debería ir a ver a ese Imbralym Skoond ya que se acercó directamente a mí. - Miro a Cian preguntándome si me acompañará o no. - ¿Alguien quiere acompañarme?

- Dado que ya nos conocíamos, creo que tanto yo como Kadim, deberíamos acompañarte.

Observo a Cian bastante disgustada. ¿Por que tiene que decidir por mi? No es que no quiera acompañar a Seoni, pero detesto que haga eso.
- ¿Por que ambos? - digo casi sin pensarlo.

- ¿Nos dividiremos en grupos de tres entonces? - Comento. - Si no quieres ir con ellos podemos ir juntas, después de todo nosotras también nos conocemos, aunque no sea desde hace mucho. - Digo a Kadim. - Te importa si te acompañamos. - Pregunto a Aaron sin pensarlo, algo de lo que me arrepiento en cuanto termino la frase.

- Como queráis. ¿Tu iras a ver al comandante Ulder? - digo a Reinarz de forma afirmativa, esperando que acepte. Me fío más de él y su juicio que del resto. Y parece que Rozalia, Aaron y mi hermana irán juntos, más aún teniendo en cuenta que Kadim querrá contradecirme. Aunque no me agrada mucho que nos acompañe Rhanloo, no me importaría que fuese con Reinarz y el resto, espero que no valla con mi hermana, cosa poco probable al estar Rozalia en ese grupo.

- Si, creo que yo debería ir a verlo. Ya que tengo cierto rango militar, imagino que será de ayuda. ¿Quien me acompaña?

- No me importaría acompañarte. Reinarz. - digo mirándole directamente. - ¿Nos acompañas?- pregunto a Yoylin.