JEWL'A NIGHTBRINGER

MUNDO NATAL: Coruscant
REGISTROS PÚBLICOS: Buscada en siete sistemas. Treinta y dos denuncias por empleo de fuerza excesiva. Licencia para operar en el espacio de la República: Revocada.
LOCALIZACIÓN ACTUAL: Desconocida.

SE BUSCA: MUERTA O APENAS VIVA

Hay un puñado de cazarrecompensas que sacan la basura (uno diría que cumplen su trabajo) de noche. De todos, sólo está socialmente aceptado admitir que se tiene miedo de Jewl´a Nightbringer. Es tan mezquina como un fuego insaciable y posee un draconiano sentido de la venganza. Si Jewl´a va detrás de ti, dejará que dispongas del tiempo suficiente para que te arrepientas de haber llamado su atención antes de cazarte.

Los orígenes de Jewl´a en los niveles inferiores de Coruscant fueron especialmente violentos. Nacida en durante el caos de los habituales saqueos de comida, fue el producto de la pobreza y la desesperación durante el bloqueo mandaloriano de la ruta de comercio Hydiana. Con toda probabilidad, una niña huérfana apenas adolescente debía haber sido una presa fácil para la creciente amenaza criminal que bullía en las profundidades de la ciudad-planeta, pero Jewl´a demostró ser una luchadora nata, pura y simplemente. En lugar de ser devorada por los depredadores, se convirtió en uno y se unió a las bandas y encabezó a los esclavistas con implacable determinación.

Jewl'a dedicó años a asolar las sombras de Coruscant, llevando la venganza a cualquiera que se pasara de listo con ella, llenando poco a poco sus bolsillos con los suficientes créditos como para llevar su cacería más allá de las calles de su planeta natal y afianzar una terrorífica reputación a lo largo de la Galaxia.

Con el tiempo, fueron los mandalorianos quienes provocaron la infamia de Jewl´a. Propuesta para la Gran Caza por un señor del crimen del Intercambio que había estado brevemente en su lista de caza, el triunfo de Jewl´a en la competición fue recordado por la crueldad de sus asesinatos - no hubo prisioneros. En la ceremonia de su victoria, Jewl´a no hizo nada por ocultar el desprecio que sentía por los mandalorianos, y declaró que su victoria era mayor que la de ellos, lo que le supuso enfrentarse a cientos de retos por el honor de los afrentados. La historia se esparció como combustible encendido y reforzó el respeto de los mandalorianos por la nueva campeona, así como aumentó el ya pavoroso miedo que se le tenía.