Oscuros Secretos

Akemi Eguchi, una joven hermana de la orden de Selene, y una de las más prometedoras. En el último año, impulsada por motivos personales, Akemi ha mejorado sus habilidades a pasos agigantados, convirtiendose en una de las más respetadas de su orden.

Recientemente, ella y Emily Rosencreuz, han sido enviadas a la ciudad de Americh, donde un agente de Sol Negro, que responde el nombre de Clover, ha contratado sus servicios como guardaespaldas. Ambas llevan viajando juntas algunos días, tras reunirse en Kaine, la capital de Togarini. Esta mañana, su transporte, esta llegando a la ciudad del libre comercio. Donde deben reunirse con su cliente en una mansión del Barrio Oscuro.

Con todos mis sentidos bien despiertos, ojeo la ventana con asiduidad. El año que llevo trabajando en la calle, lejos de la seguridad que me brindaba Selene, me ha vuelto muy cuidadosa. Cuando no oteo el exterior, observo a Emily estudiandola, cada gesto o la expresión de su rostro, algo que me indique como es mi compañera en realidad.

Emily viaja callada, hace ya varias horas que observa el exterior, con la mirada perdida, recordando o pensando en algo. Sus manos se encuentran cruzadas sobre su regazo, con su katana junto a ella.

El carro avanza con rápidez, espoleado por los cuatro caballos que trotan con energia. El sol hace poco que comienza a despuntar, haciendo que la temperatura resulte agradable.

Me pregunto por que ese tal Clover habra solicitado a dos hermanas. O es extremadamente paranóico con su seguridad, o posee enemigos muy peligrosos.
Espero que mis hermanas esten bien, llevo ya algun tiempo sin saber de la isla, ¿se sabra algo de Celia?

Entre pensamientos e ideas, el carruaje penetra en las atestadas calles de Americh. La ciudad es toda una mezcla de estilos, con pintorescos edificios, grandes mansiones y calles estrechas. Vuestro vehiculo avanza hasta la zona más apartada de la ciudad, al reputado Barrio Oscuro, lugar de gente extraña y misteriosa. Haciendo honor a su nombre, las calles y edificios del lugar, son lugubres y oscuras, cientos de callejuelas sinuosas y edificios medio derruidos se exteienden en todas direcciones, apenas hay gente en sus calles, en contraste con el resto de la ciudad. Y los pocos transeuntes que deambulan por ellas, visten como leprosos o mendigos, y todos ellos poseen un halo de misterio e inhumano.
Pocos minutos despues de vuestra llegada, el carruaje se detiene frente a una imponente mansión de varios pisos de altura, que en contraste con la apariencia del resto de los edificios cercanos, esta construida de forma ostentosa y excentrica. Decenas de ventanales oscuros impiden ver el interior del edificio, y sus gruesas paredes de ladrillo, estan bien conserbadas.
El cochero os habre la puerta del carruaje y os avisa de que la travesía ha tocado a su fin.
Emily te observa, esperando que seas tu la primera en abandonar el carruaje, mientras agarra su katana con la mano derecha.

En respuesta a la muda invitacion de Emily, abandono el carruaje con calma. Una vez fuera, me dirijo a la entrada de la mansión. Mientras por el rabillo del ojo, observo lo que hace mi compañera, para tardar tanto.

Emily sale del carruaje con calma, y una vez en el exterior, se estira para desentumecer sus artuiculaciones. Te mira y avanza hacia la puerta a pocos metros de ti.

Antes de que alcanceis la enorme puerta de roble de doble hoja, uno de sus lados se habre para mostraros la figura de un mayordomo, quien os indica que lo sigais.

Sigo al mayordomo mientras pienso en la actitud pasiva de Emily. Lo que hace que mis sentidos se mantengan aun mas alerta, ¿por que actua asi?.
- Espero que no estes agotada. - Digo en tono irónico. - ¿Estaras preparada si se da el caso?

Su mirada fría como el hielo se clava en tu espalda.
- Tranquila, - dice en tono despectivo - no me han elegido por mi cara bonita.

Mientras, seguis avanzando por el hall de la mansión, que esta decorado de forma sobria y con motivos eclesiasticos, aunque hay salpicados algunos detalles que evidencian la mansión como propiedad de Sol Negro. El mayordomo os conduce a la espalda de la enormes escaleras del hall, tras las que hay varias puertas de excelente madera. Se detiene junto a la que esta situada más a la derecha.

- Veo que por fin has reacionado. - Digo mientras camino junto al mayordomo. Una vez llegamos a la puerta me acerco a ella y la golpeo suavemente con los nudillos.

Emily no dice nada, tan solo te mira con aire indiferente mientras camina cerca. Una vez en la puerta, espera pacientemente a que esta se habra o recibais alguna señal del interior.

Una voz masculina y fuerte, sale del interior de la estancia:
- Por favor, pasad.

Miro al mayordomo haciendo un gesto de agradecimiento, pero en silencio. Tras lo cual abro la puerta para entrar en la estancia.

La sala es enorme, de siete metros de ancho y nueve de largo, con el techo muy alto y llena de enormes estanterías y mesas para la lectura, varios sillones comodos se diseminan por toda la estancia, para que sean usados por quienes quieran disfrutar de una comoda y relajada lectura. En el centro de la estancia, un hombre alto, de mas de dos metros de altura y aspecto fornido, se encuentra reclinado sobre uno de estos sillones con un tosco libro en las manos. Sus ojos azules e intensos, os contemplan con minuciosidad.


- Mi nombre es Clover, soy vuestro patron, y el hombre para quien trabajareis, en caso de aceptar mi oferta. - Su tono suena firme y con seguridad.


Emily entra en la sala a poca distancia de ti, se detiene junto a tu lado y espera pacientemente a que el caballero se presente.
- Mi nombre es Emily Rosencreuz.

Entro en la estancia observando a mi alrededor, con paciencia, espero a que Clover termine de hablar.
- Soy Akemi Eguchi, hermana de Selene. Imagino que ya habra pactado con nuestra orden los terminos del contrato. Asi que creo que es obvio que aceptamos el trabajo. - Tras decir esto, me siento en un sillon cercano y me acomodo, de forma educada pero aciendo alarde de mi seguridad.

Clover te observa con curiosidad.
- Veo que os desenvolveis con seguridad y solvencia. Espero que seais tan habiles como aparentais.


Emily te mira perpleja, pensando que estas actuando de sobrada. Se sienta en un sillon junto a ti, pero de forma más comedida.
- Como ya ha aclarado mi hermana, aceptamos el trabajo. ¿Por que ha solicitado los servicios de la Orden?

Tranquilamente cruzo mis piernas y descanso los brazos en los posa brazos del sillon, y espero paciente la respuesta de Clover.

- Soy un hombre de negocios, y trabajo para una organización importante, que además esta metida en cientos de negocios de todo tipo, algunos excesivamente peligrosos. Un hombre de mi posición necesita tener las espaldas cubiertas. Ahora, de hecho, estoy esperando la llegada de dos invitados con los que he llegado a un acuerdo muy importante. Se trata de toda una eminencia dentro de la Iglesia.


Emily te mira sorprendiada, y su rostro se vuelve pensativo.

- Entiendo, pero para facilitar nuestro trabajo y asegurar mejor su seguridad nos seria de ayuda alguna informacion sobre sus posibles enemigos - Hago una ligera pausa para aclararme la garganta - Una cosa mas, sobre los dos invitados que esta esperando, ¿debemos salvaguardar tambien su seguridad?
Mientras espero la respuesta miro a Emily preguntandome que pasara por su cabeza

- No debe preocuparse por los enemigos que tenga en estos momentos, aunque si dire, que se trata de agentes de diversas organizaciones, asi como, mercaderes y clientes poco satisfechos. - Dice con calma, tras lo cual cierra el libro que contiene entre sus manos. - y sobre nuestros invitados, no creo que deba preocuparse, seguro que vendran bien provistos de protección.


Bridget no hace ningun gesto, pero es evidente, que no le convence la respuesta de Clover.

- Usted es el patron e imagino que si lo cree oportuno ya nos facilitara la información que necesitemos si se diera el caso de necesitar dicha información, claro esta - digo algo descontenta. Miro a Bridget con atención, parece que al fin coincidimos en algo, y espero a ver si tiene algo que añadir a la conversación

- Como quiera, pero mal empezamos, no creo que sea bueno que oculte la identidad de sus enemigos. Imagino que seran demasiado para acordarse de todos. - Se levanta claramente airada. - ¿Cuando empezamos? Imagino que ya estamos trabajando ¿no? Me gustaria soltar mi equipo.


- Parecen bastante temperamentales. Eso me gusta - dice con una torcida sonrisa - Sus cosas ya se encuentran en vuestras habitaciones. Ahora si me acompañan, debo dar la bienvenida a su eminencia. - Tras decir esto se levanta y sin esperar a vuetra respuesta, se dirige a la puerta, la abre y sale al hall.

Me pongo en pie de forma vehemente y miro a Bridget sorpendida mientas me ajusto el cinto - Esto me gusta mas - el tono de mi voz suena frio y desganado. Vuelvo la vista al frente y camino hacia el hall para situarme junto a Clover

Bridget te mira con un gesto de desagrado, dejando claro que la situación no le gusta nada.
- ¿Eninencia? ¿Enemigos de diversas organizaciones? Creo que esta misión va a ser mas de lo que querriamos. - Dice susurrandote mientras avanza a tu lado.

Mientras Clover sigue su paso, caminando con calma, hasta llegar a las enormes escaleras del hall, comienza a subir por estas, mientras uno de sus sirvientes le avisa de que su invitado aguarda en el laboratorio.

- Es posible, pero para eso hemos sido entrenadas, nos crearon para porteger a tipos como este por un precio. Y si las cosas se tuercen, siempre podremos poner a prueba todo lo que hemos aprendido. - Susurro mientras continuo caminando junto a ella

Cuando se acerca el sirviente, presto atencion a sus palabras. ¿Laboratorio? ¿En que estara metido? Y ¿que diablos tiene que ver la iglesia con eso?

Clover avanza hasta la estancia indicada por el sirviente. Una vez en la puerta la abre sin pensarlo y entra en ella. En el inteior aguarda un hombre alto y de aspecto notable, con vestiduras eclesiasticas, que a juzgar por su calidad y cuidados, deben ser los de un alto cargo.


- Buenas tardes Eminencia. Lamento aberle hecho esperar, estaba tratando con mis nuevas guardaespaldas. - Dice mientras se acerca y cogiendo su mano, la besa a modo de respeto.


- No se precupe señor Clover, no hace mucho que hemos llegado. Mi proyecto, se encuantra en la habitacion que le habeis asignado, soltando sus pertenencias. Enseguida vendra. - Su voz suena calmada, pero llena de autoridad e incluso poder, algo poco común en alguien de su posición. Un simple "Cardenal".